Jhonny Bravo le entró a la papota y se pasa por la ingle el reclamo de Wayar en el PJ
Gastón Galíndez, quien desde el 2020 se erige como amo y señor en segundas nupcias del actual Partido Justicialista de Salta (el N°1 es Pablo Outes), demostró en los últimos días que lo que piensen los afiliados al histórico partido peronista respecto a las elecciones del año que viene, le importa tanto como dejar su cargo de planta permanente en la Cámara de Diputados; es decir, nada.
Tras el anuncio de Walter Wayar de recurrir a la Justicia ante la organización precoz de un congreso del PJ donde determinarán que la Comisión de Acción Política (CAP), conducida por Outes, determine "a dedo" quiénes van a ser los candidatos partidarios para las elecciones del 16 de abril, Galíndez sostuvo que no darán marcha atrás y que el congreso se hace o se hace.
Galíndez, también llamado "Jhonny Bravo" dentro del círculo, es el apoderado de la fuerza política, por eso la postura dura de no dejar participar, ni siquiera de tener en cuenta las quejas, a los sectores opositores que se multiplicaron desde que está al frente del peronismo de calle Zuviría.
Es tanto el desprecio que tiene Galíndez por los afiliados que, a pesar de sostener que en los últimos años se está viviendo un deterioro en la política y que también el partido sufrió un desprendimiento, aseguró públicamente que desestimó el pedido de WW y que el congreso sigue en pie ya que la política no decide "por cuestiones personales".
Mientras tanto, en toda la provincia crece el malestar de "los peronistas de verdad" quienes se sienten estafados por el "hombre de la papota" ya que ellos le abrieron las puertas para que trabaje en toda la provincia, en relación a los comicios nacionales del 2021 en donde él fue el jefe de campaña en el norte provincial para las candidaturas de Emiliano Estrada y Pamela Calletti, y que ahora son tratados como un "grupo minúsculo", solamente porque no tienen poder adquisitivo para que su palabra tenga peso dentro del PJ.
