Panorama Político Salteño
El conflicto con el transporte

Gustavo tiró orejas y frenó a los empresarios de colectivos

El gobernador Gustavo Sáenz mandó a sus emisarios y les bajó los humos a los empresarios de colectivos. (Dibujo: NOVA)

A mediados de esta semana, un comunicado de los dueños de la flota de bondis que recorren el área metropolitana salteña, sacudió a la comunidad entera que vio, nuevamente, cómo el empresariado jugaba con sus bolsillos. De forma casi extorsiva, aseguraban que no habría ni una unidad recorriendo las calles en horario nocturno ante una desactualización en el valor que les paga la Provincia.

Esto despertó caos y desesperación en la mayoría de los salteños que, vale recordar, no cuentan con otros medios de transporte masivo y público como para suplantar el servicio que prestan aquellos que responden a SAETA. A diferencia de, por ejemplo, Buenos Aires, aquí no hay trenes o subtes que pudieran trasladar a miles de personas diariamente como para hacer frente a un recorte por parte de la patronal.

Así fue que estudiantes de niveles superiores, y trabajadores de distintos rubros, expresaron su preocupación al respecto y exigieron que se brinde una solución a esta amenaza empresarial. Así fue que desde Grand Bourg ordenaron una mediación que obliga la suspensión de la medida.

Desde el Ejecutivo el encargado de anunciar el tirón de orejas gubernamental fue el alfil Ricardo Villada. El ministro de Gobierno afirmó que no está previsto en los contratos con las empresas que pudieran tomar medidas de fuerza como la suspensión repentina del servicio. Y, si bien no mencionó que vayan a hacer lugar al pedido económico de los empresarios, sí confirmó que les pagarán el monto que corresponde, pero exigen que se cumpla a rajatabla el contrato.

Sabido es que no son todos los empresarios los que estuvieron de acuerdo en lanzar el comunicado y que son movilizados por dos de los tenedores de corredores urbanos. La disconformidad se centra en que, al tirar demasiado del hilo, podrían abrirse canales de contacto entre nuevos oferentes a prestar el servicio de transporte urbano, algo que la sociedad viene pidiendo debido al defectuoso servicio que brindan muchos de los actuales prestadores.

De hecho, son los vecinos de Tucumán los que vienen esperando desde hace más de una década que se habilite alguna ínfima posibilidad de ingresar al servicio que se presta en Capital. Otros interesados, marginados por mucho tiempo por la Autoridad Metropolitana de Transporte provincial, son los oranenses devotos de una deidad cristiana quienes quieren expandir el servicio no solamente al norte y chaco salteño, sino también cruzar los la ruta 34 hacia el sur para desembarcar en “La Linda”.

Ojo muchachos, donde se come no se defeca.

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