Política
El hombre del agua

García Salado, el más odiado en lo que va del 2022

Luis María García Salado es por estos días el hombre más odiado de toda Salta.

El titular de la empresa prestataria del servicio de agua potable ya se ganó el odio popular en las pocas horas que transcurrieron de este nuevo año, ante los constantes problemas que sufrieron miles de usuarios en medio de la ola de calor y de contagios de Covid. Sin dar la cara, se estima que el funcionario ya se encuentra de vacaciones y el directorio que le sucede no estaría apto para realizar declaraciones o brindar soluciones a los salteños que, arriesgando sus vidas ente la salmonella, solamente quieren tener agua para poder continuar con sus vidas habituales.

Primer lunes del 2022. La ciudad amaneció con temperaturas que superaban los 25 grados y la Ciudad de Salta se fumó los 35° de casi toda la tarde. En un día como el de este 3 de enero de 2022, los más pudientes tienen cómo pasar el tiempo. Una pileta en casa, un camping privado y agua embotellada. Los menos favorecidos, tienen que asistir a los natatorios municipales, algún río y bancarse el agua que sale de la canilla; cuando sale. Esa grieta de clases sociales, hoy se ve saneada pero no por una solución, sino que por un problema que afecta a ricos y pobres, adinerados y desprotegidos por igual: la falta de agua.

Es que, puede faltar lo que sea: luz, gas, cloacas, alumbrado público, internet. Pero lo que nunca puede faltar en las casas es agua. Sí, el vital elemento, H2O, fluido de la vida, como quieran llamarlo. Con agua hacemos todo en la casa: cocinamos, limpiamos alimentos, el hogar, nos higienizamos. El agua es tan importante que resulta ilógico que quienes estén a la cabeza de la compañía que tiene mayor participación estatal no se preocupen de que el servicio sea acorde a los tiempos que vivimos.

Desde la empresa que dirige Luis María García Salado no dan respuestas. Las llamadas de los vecinos son bloqueadas por zonas para que los pocos trabajadores del Call Center no tengan demasiado laburo. El WhatsApp de Aguas del Norte simplemente se le ríe en la cara a los angustiados y molestos usuarios que vienen denunciando la falta de agua desde hace una, dos o tres semanas inclusive. Muchos otros advierten que nunca tuvieron un servicio acorde, pero al menos les alcanzaba para juntar en un tacho y acopiar de a poco para utilizarla durante las siguientes horas.

La situación se agrava tras la expansión peligrosa de casos de coronavirus, y en donde la higiene es uno de los principales factores de prevención. Sanitariamente hablando, sin agua no se puede ni cocinar los alimentos que ingerimos, o lavarlos correctamente, por lo que crece el riesgo de contraer salmonella. Si a esto le sumamos las altísimas temperaturas que vienen soportando los salteños desde antes de Navidad, el padecimiento pareciera ser infernal.

Ante la falta de respuestas, distintos vecinos, sobre todo de la zona norte, decidieron manifestarse este lunes por la mañana, bajo los rayos del abrasante sol matinal, en una de las arterias más transitadas de la capital exigiendo, primero el restablecimiento del servicio por el cual pagan religiosamente mes a mes o, en su defecto la provisión mediante camiones cisterna; y también la renuncia del funcionario que, por estas horas, estaría más preocupado en sus vacaciones junto a la mamá de la funcionaria Victoria Restom, Graciela Gilabert, con quien se lo vio “pololeando” antes del brindis del 1 de enero.

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