Ya le había durado mucho el rol de opositora. Generalmente se sintió siempre más cómoda jugando para el oficialismo, cualquiera sea éste, y ahora pareciera no ser la excepción.
Es que la legisladora de rulitos, la "Pequeña Lulú" de la política salteña, estaría coqueteando con provincia al punto tal que fue el proyecto de su autoría el que causó revuelo esta semana y que trata sobre la reglamentación de las protestas sociales o "Ley Antipiquetes" como la llaman.
El acercamiento de María Cristina del Valle Fiore Viñuales a las filas del saencismo no sería nada nuevo, sino que habría comenzado tiempo atrás, cuando la misma militaba en las filas de la prometedora fórmula "Avancemos" que quedó en una simple esperanza de unos pocos de hacerle frente al oficialismo actual. Desde esos tiempos es que, incluso, terminó abandonando la candidatura como legisladora en primer término para renovar su banca por el partido olmedista Salta Somos Todos.
Hoy, se calcula que Fiore es una de las caras que podría representar al saencismo en la puja por una de las cuatro bancas que se disputarán en el Congreso de la Nación en las elecciones nacionales.
Si bien el candidato que corre con mayor ventaja por su desempeño en los últimos años es Gastón "Jhonny Bravo" Galíndez; Fiore suele tener un algo que a propios y extraños les hace tener ganas de contar con ella en su equipo.
No es para menos. La legisladora de 40 y pico de años tiene una vasta experiencia en esto de la cosa pública. Y no era para menos, la política corre por sus venas por parte de su familia que vivía al frente, prácticamente, de la legislatura provincial.
Además de eso, fue electa a sus jóvenes 21 años como diputada provincial, cargo que ejercería hasta 1999. Ya con el título de abogada en mano, en 2001 fue electa concejala capitalina por el recientemente creado PPS (Partido Propuesta Salteña), un rejunte de renovadores dolidos con la nueva conducción partidaria de Andrés Zottos, y permaneció allí hasta 2009.
De allí, la carrera de Fiore se fue de oficialismo en oficialismo. Pasó de ser crítica de la gestión de Miguel Isa en la Municipalidad de Salta, llegando a ser vicepresidenta del cuerpo de ediles, a funcionaria del área de Control Comercial. Tras unos meses en el puesto, fue la elegida de Juan Manuel Urtubey, entonces Gobernador, para que represente a Salta en la Cámara de Diputados de la Nación en 2011, cargo que ejerció por dos años antes de pegar el salto a la Cámara de Senadores, junto a Rodolfo Urtubey.
Fiore permaneció siendo fiel al renovadurismo urtubeicista que trató de mantenerse en pie luego de que Gustavo Sáenz arrasara en las urnas desde el 2017. Por tres años, desde diciembre del 2019, ejerció el rol de opositora en la Cámara Baja local, y fue una de las voces que más se alzó contra las políticas del gobierno. Por este motivo, es que llama tanto la atención la actitud que tomó para encarar este último año de su mandato.
Ya fuera de Avancemos, decidió romper con el bloque Ahora Patria que presidía, y conformó un monobloque, "Confluir"; una especie de oposición buena onda con ribetes oficialistas. De hecho, la legisladora podría haber hecho algo para intervenir ante el tratamiento de un proyecto creado por ella misma, o plagiado por su persona, que reglamenta las protestas sociales, el que fue presentado en abril del 2022. Nada hizo, el proyecto fue activado por el oficialismo (con el visto bueno de Fiore), e incluso ella votó a favor a pesar de declarar que no era el momento adecuado para su tratamiento debido a las manifestaciones docentes por mejoras salariales.
Con la aprobación en el bolsillo, y la complicidad con el oficialismo, hay muchos que ya concluyeron en que "Rulitos" será una de las caras que competirán por el oficialismo para volver al Congreso Nacional. En resumen, se puso las botas para llegar más alto, y dejó de perseguir ratones. Habrá que ver cómo llega a diciembre.
