
Tras las incesantes críticas hacia el titular de la cartera de Seguridad y Justicia de la provincia por la "borrada" que se dio de las ciudades del extremo norte provincial; finalmente Marcelo Domínguez estuvo en la zona de Orán para lanzar un refuerzo de efectivos policiales ante las posibles vinculaciones entre un capo del crimen y posible venganza hacia funcionarios judiciales. Aunque no se lo vio muy a gusto, sobre todo con la temperatura y la resequedad causada por la falta de agua; puso la cara junto a su pupilo y todavía jefe de la policía local.
Lamentablemente tuvieron que pasar una serie desenfrenada de hechos desafortunados para que uno de los funcionarios de mayor importancia dentro de la estructura provincial, salga de la comodidad de su lujosa, acogedora y custodiada oficina y se ensucie los calzados recorriendo la realidad que le toca vivir a miles de salteños día a día. Fueron incontables, interminables las quejas contra el sucesor de Abel Cornejo que, a diferencia de su antecesor, prefiere evitar la exposición mediática y es cuidado con recelo por sus subordinados.
"Orán tiene que tener la tranquilidad que hay un Gobierno presente y un Gobernador con mano dura y firme para combatir el delito",aseguró.Orán se incorporará al programa nacional Ciudades Seguras.Llegarán 30 cámaras,20 domos y6 cámaras lectoras de patentes https://t.co/xkP3mvos4W
— Ministerio de Seguridad y Justicia de Salta (@seguridad_salta) November 15, 2023
Tuvieron que amenazar a un fiscal reconocido en Tartagal, atacar con una granada la casa de un efectivo de la federal en Salvador Mazza, y desmembrar el teléfono del supuesto "narco más peligroso" de Salta para descubrir que se hacía un trabajo de "inteligencia" a fiscales y jueces, para que Marcelo Domínguez ponga primera y pise el tan caliente norte.
El perfil bajo que trató de mantener, negando el crecimiento de hechos delictivos vinculados al narcotráfico y el contrabando, situación refutada por su propia secretaría de Seguridad, no fue lo ideal para afrontar la problemática que casi se cobra la vida de un cantante que quedó envuelto en medio de una balacera en plena ruta, el crimen del hermano de un intendente electo acusado de ser amigo del narco "Gringo" Palavecino, y el miedo de los fiscales a que los acribillen a disparos en cualquier momento del día.
Por ese motivo, junto al gobernador y su todavía jefe de la Policía de Salta, fueron a Orán a poner en funcionamiento una unidad especial que se encargará de velar por la seguridad de los salteños. De saco, corbata, pantalón claro y zapatos marrones, se pudo ver al funcionario que, además de darse cuenta que la fuerza que tiene a cargo está bastante desprovista, vivió en carne propia la resequedad del lugar que, a más de 40 grados de sensación térmica, no solamente no tiene una gota de lluvia, sino que tampoco hay agua para consumir, cocinar, higienizarse o lavar los uniformes de los efectivos. Por eso la cara de pocos amigos que portaba y su desesperación por subirse a una de las Amarok con aire acondicionado y agua mineral que lo esperaba a metros de donde se hizo el acto de lanzamiento del Grupo de Operaciones Especiales.