Panorama Político Salteño
Cambio de juego

Es millonario, pero busca "voluntarios" que terminan usando sus carteles para tapar ventanas sin vidrios

Emiliano Durand juega a ser pobre, de raíces humildes, y que lucha contra todo un aparato político y supuestas mafias imaginarias. (Dibujo: NOVA)

Demagogia de la pobreza; eso es lo que hace Emiliano Durand en su camino a la intendencia. Jugando a ser pobre, de raíces humildes, y que lucha contra todo un aparato político y supuestas mafias imaginarias; termina por exponer a los más necesitados a su antojo con tal de mostrar supuesto apoyo en su carrera electoral.

Carteles "pedidos" por la gente, muestras de apoyo y tantas cosas más que se esconden detrás de los cursos y sorteos realizados por el empresario que hoy se cobra esos favores a 8 días de la elección.

Cada vez falta menos. El próximo domingo los salteños definirán quién llevará las riendas de la provincia y de los 60 municipios que la componen. Sin dudas, luego de la disputa por el cargo de la gobernación, el que más interés despierta en los salteños es el de la intendencia de la Ciudad de Salta, el distrito más grande.

Acá todo indica que se resolverá entre dos personas totalmente opuestas, aunque coincidieron tiempo atrás. Bettina Romero buscará retener el puesto mientras que un confiado Emiliano Durand tratará de arrebatárselo.

Para llegar al "Sillón de Moldes", expresión que indica la obtención o victoria en la categoría, Durand apeló a bajezas que hasta al propio medio que fundó, Que Pauta Salta, le parecieron demasiado obscenas como para replicarlas. Cursos inútiles en donde, según los asistentes, te enseñaban a hacer pastafrolas, tortas o pizzas para vender de forma ambulante/ilegal; bailes a cambio de tablets facilitadas por el gobierno; o ferias de "emprendedores", fueron solo algunos de los métodos ya explicados hasta el hartazgo de captación de votos de Emiliano.

Ahora, en plena campaña oficial, criticó que la intendenta coloque carteles con motivos electorales, lo que resulta de una caradurez poco antes vista teniendo en cuenta que, aproximadamente desde el 2016, Durand empapela calles, carteles y paradas de colectivo con su rostro promocionando sus supuestos productos televisivos; aunque claramente se trató de un posicionamiento de imagen en la vía pública.

Restando días para la contienda electoral, llamó más la atención que, a pesar de los millones que el empresario tiene producto de la sobrefacturación de programas televisivos y del sitio web de su propiedad (aunque ahora esté en manos de terratenientes); apela a la solidaridad de la gente para que se sumen como "voluntarios" a su campaña. Irónico, gana mucho, invierte poco, explota a los que menos tiene y solo él obtiene beneficios. ¡Así cualquiera emprende!

Tristemente para los salteños, los carteles de Durand no cumplen la función que quiere; o tal vez tiene una extra. Es que, en una Salta sumida en la pobreza, con una inflación que hace estragos en los bolsillos y con barrios "miseria" romantizados como "populares" repletos de carteles con el rostro de Emiliano, éstos pasan a ser parte de las viviendas ya que, para paliar las bajas temperaturas y la falta de dinero, utilizan los policarbonatos o plásticos corrugados para tapiar ventanas sin vidrios o colocarlas como aislantes para paredes o techos.

El ingenio de quienes menos tienen es grande; pero el aprovechamiento de políticos como Durand para hacer demagogia de la pobreza, fortalecer una vida de carencia mediante cursos inútiles y aprovecharse de la necesidad ajena para que hagan trabajo gratis, es aún mayor.

Lectores: 504

Envianos tu comentario