El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, llevó su reclamo por las obras de infraestructura que la Nación mantiene paralizadas directamente hasta la puerta de la Casa Rosada. En una acción simbólica pero cargada de contenido político, el mandatario provincial exigió al presidente Javier Milei que “cumpla con Salta” y destrabe las inversiones necesarias para rutas, energía y servicios esenciales.
El planteo, realizado frente a las cámaras de televisión, mostró a Sáenz vistiendo el tradicional poncho salteño y acompañado por coprovincianos con la misma indumentaria. Con tono firme, el gobernador expresó: “No vine a pedir privilegios ni a compartir almuerzos, vine a reclamar por las obras que el norte necesita”.
"Lo vi por televisión y dije 'bajemos a saludarlo'"
— Corta (@somoscorta) October 6, 2025
Guillermo Francos se encontró con Gustavo Sáenz afuera de la Casa Rosada porque escuchó "los bombos" e ironizó: "La banda de Javier Milei es otro tipo de música". https://t.co/JtOMQzzJkv pic.twitter.com/tWY8YznUs5
La frase, interpretada como una indirecta hacia los encuentros del presidente con dirigentes porteños, resumió la incomodidad del mandatario salteño con una agenda nacional concentrada en los conflictos de la Capital.
Durante su intervención, Sáenz advirtió que “hay otra Argentina que sigue esperando gestión”, y apuntó contra la falta de respuesta del Gobierno central ante los reclamos del interior. También criticó la pasividad de algunos representantes nacionales de Salta, especialmente los vinculados a La Libertad Avanza (Emilia Orozco, Carlos Zapata y Alfredo Olmedo), quienes -según fuentes provinciales- “han estado más tiempo en campaña que gestionando para su gente”.
Dichos dirigentes son los mismos que ahora mantienen silencio tras la polémica renuncia del economista José Luis Espert, uno de sus socios más cercanos, tras quedar mencionado en una investigación que lo vincularía con un presunto narcotraficante.
La protesta, que incluía una guitarreada y un acampe simbólico en Plaza de Mayo, fue parcialmente interrumpida por la Policía Federal. Sin embargo, la escena tuvo amplia repercusión mediática y provocó una reacción inmediata desde el interior de la Casa Rosada: el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, junto con el asesor presidencial Santiago Caputo, descendieron de sus despachos para saludar al mandatario salteño.
En un breve intercambio, Francos reconoció la necesidad de “trabajar en conjunto con las provincias” y destacó que la coordinación podría mejorar “tras el proceso electoral”. Sáenz, por su parte, respondió con ironía: “Canté al balcón y bajó, como Romeo y Julieta”.
La postal del gobernador frente a la sede del poder central sintetizó el reclamo del norte argentino por ser escuchado. Mientras el Gobierno nacional atraviesa su propio laberinto político, Sáenz volvió a ocupar el centro de la escena nacional con un gesto de autonomía y defensa del federalismo que, en Salta, fue leído como una señal de liderazgo frente al vacío de representación de los libertarios locales.








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