Y si bien la política es siempre una representación de la sociedad, desde el 2023 algo cambió se rompió entre la gente y sus representantes. Ya no les creemos. En este contexto, la antipolítica pesca cómoda desde la Casa Rosada, pero sin que sus propuestas locales logren engancharse al discurso anti estado.

En Salta, la Libertad Avanza tuvo que luchar con varios intentos de pulverización de votos. Algo que era muy previsible, ya sabemos que en política electiva vale todo. Culpables quienes se dedican a la pulverización, y quienes no la vieron venir.

Aun así, desde el espacio libertario sostienen que están experimentando un vertiginoso crecimiento en la intención de votos, pero, más allá de lo que se diga, valdrá el resultado del escrutinio, el domingo, luego de las 19hs.

Desde el oficialismo provincial puro y duro, BIella, Kripper y Lamberto, ya se dan por campeones. Un médico que hizo campaña con el delantal de médico y apareciendo en televisión y redes con concejos sobre la salmonella, lidera la intención de voto ¿por qué? Porque de algún modo, los salteños perciben a Biella como un doctor, y no como un político, algo que desde Grand Bourg se conocía cuando se decidió el candidato. Al médico lo acompañan dos periodistas, uno que pasa del Concejo capitalinno a diputados, y otro que pasa de Diputados al Concejo capitalino. El que no se da cuenta merece lo que vive.

Dentro del “ex” juntos por el cambio, surgen dos espacios, Juntos por un lado y Cambiemos por el otro. Juntos aglutina a Matías Posadas y a Miguel Nanni. El primero, ex funcionario provincial enviado al cadalso en las legislativas 2021. El segundo, ex candidato a gobernador que perdió con Sáenz por paliza, pero sin embargo, este último con serías posibilidades de ingresar a diputados provinciales, lo que le daría un cierto oxigeno a su carrera política.

En la vereda de en frente, Cambiemos. Allí están acuartelados los cambiemitas, PRO paladar negro, que resisten la muerte del espacio de Mauricio Macri y aun no juntaron el valor de ir a tocar las puertas de Karina Milei para pedir conchabo. José Gauffín pelea el cuarto lugar como senador provincial y Agustina Álvarez quizás logre pasar la meta para dar el salto del Concejo Deliberante de capital a la Cámara baja. Agustina corre con el combustible justo y, para nada, la tiene facil.

La izquierda, pulverizada en cuatro espacios diferentes, tiene un mínimo de posibilidad de meter con fórceps al vetusto Pablo López, quien hace algunos años que no sabe lo que es trabajar y por fin podría cobrar un sueldito para comerse algunas empanadas. Eso si es que la voracidad comunista no le arrebata la totalidad del jornal con el fin de subsidiar “la causa”, algo a lo que los izquierdistas del obrero están acostumbrados. La izquierda argentina no pasa de ser un vil esquema ponzi.

Queda el último lugar para el kirchnerismo. Lía Verónica Caliva ya descartada por desconocimiento y/o desaprobación, ya ni se molesta en hacer campaña, y el Rana Villa que va por el milagro. Y el lector desprevenido se preguntará ¿por qué el partido que gobernó el país hasta hace un año y medio está tan devaluado? Porque su líder tuvo el tupé de venir a decirnos a los salteños a quien si y a quien no. Cristina intervino el PJ y la acción cayó en el imaginario salteño como si al partido de Juan Domingo le hubieran pegado un tiro en el pecho. Cristina Kirchner no pagará los platos rotos, pero el "Oso" Leavy y Emiliano Estrada si. Ellos serán los responsables.

Lo demás, lo de siempre. No hay demasiadas opciones, y todo quedará en la nada, como si nada hubiese sucedido, el lunes será otro día más sin penas ni gloria.