Fue el sábado que la localidad de Pichanal amaneció con una información escalofriante. El cuerpo de Pablo Almaráz de 40 años de edad, un puestero muy conocido en la zona del Barrio 9 de julio de aquella localidad, fue hallado en el interior de una finca, con sus manos atadas a su espalda, y sin su cabeza. El macabro hallazgo de características mafiosas solo es comparado con los asesinatos que ocurren en países como México, donde el narcotráfico y las mafias de los carteles suelen plasmar los mismos en videos y fotos para luego difundir el miedo en la población.

Tal vez Pichanal no está del todo exento de vivir este tipo de situaciones. Con una frontera tan amplia con el vecino país de Bolivia, la cual carece de controles por parte de fuerzas nacionales y aún más provinciales, por donde se filtran incontables sumas de dinero producto del contrabando y actividades delictivas, es común que los vecinos conviven día a día con la droga en las puertas de sus casas ya que la ciudad es un paso obligado para aquellos que se dirijan desde otros puntos fronterizos como Salvador Mazza o Aguas Blancas, Tartagal y Orán que funcionan como bases, y con conexiones directas con Bermejo y Tarija.

De hecho, el narcotráfico y la delincuencia en el norte son moneda corriente, y también la corrupción de los funcionarios públicos, sea cual sea el rango que se tenga. Desde jefes comunales, hasta diputados y senadores. Desde Doña Rosa, hasta el policía ejemplar; muchos prefieren el camino de la plata fácil atosigados por la situación económica que se come a pasos agigantados los sueños y proyectos personales.

Todo lo dicho anteriormente, simplemente fue para graficar todos los problemas que padecen a diario miles de oranenses, tartagalenses, pociteños, pichanalenses y rivadeños. Porque, lamentablemente, soluciones para ellos parece que no habrá por mucho tiempo. Es que, quien debería de estar velando por la seguridad de todos los salteños, es actualmente Frida Fonseca, secretaria de seguridad con poco más de dos meses en el cargo, y quien el sábado por la tarde no estaba ni enterada de lo que ocurría a varios kilómetros de su cómoda oficina.

De hecho, mientras un pueblo lloraba a un vecino asesinado a sangre fría, ella paseaba por las instalaciones del predio de los Profesionales de La Loma, un lugar que lejos está de sufrir los embates de la inseguridad o la delincuencia ya que no es precisamente un barrio, cuenta con vigilancia policial durante gran parte del día de forma ambulatoria y, tal vez lo más importante, se trata de un lugar donde solo accede un grupo selecto de personas y no de barrios o ciudades enteras repretas de hechos violentos.

Fue tanto el repudio generado por Frida quien publicó la "hazaña" en sus redes sociales, que en Instagram tuvo que restringir los comentarios, todos, porque no dejaba de recibir agravios y otros epítetos hacia su investidura. "Paracaidista", "inepta", "inoperante" y decenas de adjetivos calificativos fueron censurados por el equipo de prensa de la funcionaria quienes, entre las fotos de baja calidad en reuniones de poca importancia, los paseos con Madile con cámara en el suelo en plano contrapicado, y su currículum carente de pericia; vienen enseñando a los que decidan trabajar en la campaña todo lo que no se debe hacer en caso de coachear a algún candidato.