Panorama Político Salteño
¿Cómo le dirán?

Emiliano Durand, un senador colmado por el miedo

El senador provincial Emiliano Durand. (Dibujo: NOVA)

Si hay algo que definió a Emiliano Durand en la última semana fue una simple palabra tan argenta como ordinaria, de pocas letras, y aborrecida por las copetudas de los barrios, pero aceptada hasta por la Real Academia Española.

Podríamos utilizar sinónimos o adjetivos calificativos similares; pero ninguno tiene la connotación y la importancia como este simple titular; título que resume la semana para el olvido del que aspira a quedarse con la intendencia de Salta.

Malsonante, nos dice la RAE, porque resulta vulgar y grosero; e incluso podría llegar a molestar a algunas personas. Es, en sí, como un insulto o una grosería ya que estas también son palabras malsonantes. Coloquial, también, porque es propia de una conversación corriente; es muy usada en el día a día y a veces, sin la carga de mala intención, es una palabra más del vocabulario propio de los argentinos.

Justamente al ser tan común, es que es lo primero que se viene a la mente al recordar que Durand abandonó un debate de candidatos a intendentes antes de que éste terminara; y luego se atrincheró en las oficinas del canal semi estatal Multiversión (o Multivisión, algo así) porque no quería verle la cara a Bettina Romero. Miedo, pánico, cobardía.

Llámenlo como quieran. Lo inmediato que se ocurre al escuchar, ver, leer y confirmar esto es que Durand es un cagón (malsonante, coloquial, dicho de una persona muy medrosa y cobarde)

Y para cerrar una semana para el olvido, el gran candidato no tuvo ni siquiera un cierre de campaña digno. De hecho, no tuvo cierre de campaña alguno porque debieron suspenderlo por falta de gente.

Estaba todo preparado en el Centro de Convenciones, un edificio gubernamental puesto a disposición del candidato durante todos estos años para sus propósitos personales; pero Emiliano y su equipo no tuvieron el acompañamiento necesario. Quedaron las pantallas encendidas, las sillas acomodadas y los globos azules, blancos y rojos a la espera de que alguien fuera por ellos, lo que no ocurrió.

Durand se negó a debatir. Cuando tuvo que hacerlo no dijo nada. Cuando pudo revertirlo decidió huir y, finalmente al cierre del ciclo, decidió no dar la cara. Los problemas que le contamos esta semana, entre la medicación forzada y la abstinencia de sustancias, hacen estragos en el Emi que dejó al PJ, al PRS, y a distintos partidos encolumnados detrás de él con el fin de campaña más mediocre de sus historias; y vaya que fueron mediocres algunos años atrás. ¡Eh!

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