Además, se dan situaciones muy diversas y curiosas, divertidas si uno lo analiza un momento. El oficialismo provincial tiene una versión para cada situación ideológica, justicialismo, kirchnerismo, radicalismo y liberalismo.

Hay listas con candidatos que hasta hace un par de minutos ocupaban un cargo público provincial y ahora se presentan como opositores. El Partido Justicialista se presenta con una dirigencia interventora y casi totalmente vacío de candidatos de peso.

Las listas más sinceras son Cambiemos y La Libertad Avanza, que van casi sin ninguna novedad que alarme o sorprenda.

La izquierda, que en las últimas elecciones tuvo una cosecha muy magra, opta por fraccionarse en cuatro espacios, lo que indica que posiblemente hagan la peor elección en su historia.

La falta de presencias fuertes es otra constante. Pareciera que no hay más candidatos que tres y ninguno participará en estas elecciones. Gustavo Sáenz, Emiliano Durand y Maria Emilia Orozco se mantienen en sus cargos, aunque tendrán que caminar mucho para posicionar no ya candidatos, sino colores y logotipos. Se votará espacios políticos y no candidatos.

Ni Bernardo Biella, ni Matías Posadas o Roque Cornejo, José Gauffín y Claudio del Pla, más allá del resultado que obtengan en cuarenta días, sería un candidato fuerte a disputar un municipio o una gobernación en 2027 ¿Pueden crecer en dos años? Si, claro ¿Lo harán? Dificil.

La tendencia se mantendrá en torno a las tres personas más destacables en cuanto a imagen: El gobernador Gustavo Sáenz, el intendente capitalino, Emiliano Durand o la diputada nacional María Emilia Orozco. Estas elecciones no dejarán nada nuevo ni futuro promisorio.

Tal vez José Gauffín o Roque Cornejo podrían capitalizar crecimiento, pero antes tendrían que superar la prueba del 11 de mayo, y ante un aparato pulverizador de votos como el planteado por el saencismo, dificil es el objetivo. Sin embargo, todo puede pasar.

El sistema de votación será nuevamente el de boleta de papel electrónica. Digamos todo, nadie confía en este sistema. Además de caro, carísimo, nadie cree que las maquinitas sean solamente inocentes selectoras e impresoras.

Si hay tecnología, es permeable. Pero a nadie le importa. Hubo intentonas de llegar a un sistema de Boleta Única de Papel, pero parece haber ganado el lobby de las maquinitas.

Y aquí es donde todo toma sentido, ante la cantidad de opciones, lo heterogéneo de las mismas y el vaciamiento ideológico, además de las intervenciones y polarizaciones, y sumado al hastío popular, el 11 de mayo no se votarán rostros en salta.

La gente se manejará con dos opciones: voto a lista completa, o voto en blanco. El lunes 12, y como si nada hubiera pasado, cada uno estará en la suya, trabajando.