A seis meses de que esa fecha llegue, el ex "superministro" salteño, caracterizado por vender más humo que incendio forestal en Colonia Santa Rosa, movió el tablero y comunicó el deseo de la rama oficialista para que los comicios se retrasen casi un mes entero, por lo que la fecha estipulada fue fijada para el 14 de mayo. A pesar de lo sorpresivo del anuncio, muchos se dejaron llevar por uno de los apodos de Ricardo y notaron que no se le creció la nariz al mencionar el nuevo calendario electoral.

Pasa que, como al hijo adoptivo del carpintero Yepeto, a Villada lo bautizaron "Pinocho" por tantas desmentidas que tuvo a lo largo de sus años como funcionario. Por eso el detalle de mirar hacia su rostro para ver si decía la verdad, o solo estaba vendiendo "pescado podrido". Llamativamente para algunos ésta permaneció del tamaño normal, incluso cuando el ministro afirmó que la fecha inicial estaba prevista si se resolvía concurrir a votar con las PASO todavía vigente. Esto dio la pauta de que, o la nariz le anda defectuosa, o es simplemente una teoría de caricaturas animadas sin efecto real ya que, al menos desde inicio de año, el oficialismo ya tenía todas las herramientas a su disposición para suspender las primarias abiertas.

En fin, quitando lo jocoso, los salteños tienen nueva fecha de votación la que, seguramente, será con muchos meses de adelanto con las nacionales. ¿Motivos? No hay. ¿Por qué? No hay por qué; aunque todo indica que, los números que llegaron de las encuestadoras durante las últimas semanas, no les alcanzaría para formar las alianzas necesarias para continuar con sus planes por unos años más.