Política
Elecciones 2021

El fracaso rodea a la mayoría de los candidatos salteños a diputados

Son distintos dirigentes que fueron dando vueltas a través de los años por distintos partidos para poder llegar a ocupar bancas, pero que no representan a la comunidad.

Si hay algo que tienen en común los aspirantes (¿y aspirantas?) a ocupar una banca en el Congreso de la Nación a partir de diciembre, no es precisamente el trabajar por el bien de los salteños a los cuales dicen representar; sino que lo es el pasado lleno de derrotas en las urnas, las cuales dan un mensaje claro cada dos años, y es la aprobación o no de la sociedad. Muchos de los candidatos actuales ya encabezaron listas anteriormente y les fue mal, otros participaron dentro de otros espacios y también supieron saborear la caída. El dicho popular suele decir “tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”, esto debería aplicarse a la política también: Tanto van los candidatos cada año en las listas, que al final ni ellos se votan; o algo así. Empecemos.

Uno que llega cómodo a las PASO, sin la preocupación de tener que “luchar” contra alguien más para captar votos y no quedar fuera de las generales, es Guillermo Durand Cornejo. El senador saliente por Capital estaría confiado en que, nuevamente, los salteños le darán la oportunidad de ser diputado nacional.

Es que, a pesar del tenor del título de esta nota, Durand es alguien que sufrió caídas muy pocas veces dentro de la política. El porteño radicado en Salta hace muchas décadas, fue electo concejal en el 93, salpicado en aquella ocasión por una denuncia de acoso sexual en su paso por el PAMI. De ahí volvió al ruedo recién en 2003 cuando asumió como diputado provincial, cargo que renovó en las elecciones del 2007 y 2011.

En 2013, ganó en la categoría de diputados nacionales y recién en 2015 sufrió su primer gran revés frente a Gustavo Sáenz cuando ambos se disputaban la intendencia de la Ciudad de Salta. En 2017 no renovó su banca en el congreso y, en cambio, se presentó como senador provincial por Capital, siendo derrotado en las PASO en cuanto a votos por un candidato oficialista de Urtubey; dando vuelta históricamente los resultados en las generales.

Otro que podría jactarse de tener espalda política es el contador Zapata. Carlitos llegó en 2011 al Concejo Deliberante capitalino de la mano de Alfredo Olmedo y Ángela Di Bez, cabeza de lista en aquella ocasión”. En esos dos años que duró su mandato, tomó relevancia por dar a conocer cuánto percibía como dieta un concejal por aquellos días, mostrando sin tapujos su recibo de sueldo.

Eso le valió un voto de confianza de la gente que en 2013 lo eligió como diputado provincial, tras ganarle la interna a un adversario dentro del ex Salta Somos Todos. en su contra, Zapata tiene las elecciones del 2015 cuando compitió por ser miembro del Parlasur (cargo que quedó en manos del ex gobernador Hernán Cornejo), y en 2017 cuando intentó llegar al Congreso de la Nación, quedando apenas por detrás de Martín Grande, Andrés Zottos y Sergio Leavy, quienes resultaran electos. En 2019, tras dos años de su salida, volvió a la Cámara de Diputados junto a Cristina Fiore y la alianza entre el olmedismo (Ahora Patria), el Partido Renovador (ex PARES) y la Unión Cívica Radical de Miguel Nanni.

Uno que participa en esta contienda electoral por el escritorio es Héctor Chibán, el empresario solamente participó de una elección en todo su andar político y fue en el 2017. Animado por su entonces amigo Miguel Nanni, quien ya estaba dentro del Congreso de la Nación, partició de las PASO superando cómodamente a candidatos opositores como Francisco Layseca o Huaity González, ambos periodistas locales. Tras la fractura con el cafayateño, este año quiso buscar ser nuevamente presidente del Comité Capital de la Unión Cívica Radical como lo había sido años atrás, pero los propios afiliados le dijeron que no en las urnas. De esta forma, se le hizo imposible ser candidato a renovar su banca en la legislatura por esa fuerza política. Aún así, ahora incursionará a nivel nacional, aunque en el sector, tal vez, de mayor “diferencia” entre los candidatos.

Los dos restantes de Juntos por el Cambio +, Inés Liendo y Nicolás Avellaneda, no tienen carrera política. Ella está radicada en Buenos Aires, vota en Buenos Aires, en Salta no quiere a nadie y muchos salteños tampoco es que la quieran, sino que directamente no la conocen. Solo se sabe que es la elegida del macrismo puro y del feudalismo salteño ligado a los Patrón Costas, por parte de su madre.

Es nieta de un ex ministro de la dictadura, Horacio Liendo, y sobrina de un asistente del ex ministro Cavallo durante la presidencia de Menem. Será la primera vez que compita electoralmente. Avellaneda, fue funcionario durante la intendencia de Gustavo Sáenz en el área de Control Comercial. Entre sus logros está la proliferación de manteros y vendedores ambulantes, las pelea con la Cámara de Comercio por el tema anterior, y los cuestionados negociados entre una remisera relacionada a él y la exclusividad de ésta de trabajar dentro del aeropuerto Martín Miguel de Güemes.

Dentro del kirchnerismo, al menos del Frente de Todos, también se saborean las derrotas. Por un lado está Emiliano Estrada, joven, con muy poca experiencia en sus espaldas. Fue candidato a vicegobernador de Sergio Leavy en 2019 cuando sufrieron ambos una catastrófica derrota frente a Gustavo Sáenz, lo que obligó al Oso a recluirse en lo más recóndito del olvido y dejarse manipular desde Nación en las elecciones del 2021, entregando el FdT que tanto había defendido años atrás. Guaymás, supo renovar su último mandato en la legislatura pormenos de 70 votos. El poderosísimo y millonario moyanista salteño, fracasó en 2017 cuando intentó renovar su banca con un partido propio, y lo mismo hizo en 2019 cuando apenas sacó poco más de 5 mil votos en la interna para intendente.

La izquierda no queda exenta de esta tendencia. Y es que históricamente este sector fue liderado por el Partido Obrero, tal vez por ser el más conocido dentro del resto. Este año la izquierda va con cuatro candidatos: Cristina Foffani y Andrea Villegas (interna), Julio Quintana y Marcos Tognolini. De éstos, solamente dos obtuvieron cargos alguna vez. Foffani nunca pudo superar la fase de concejal y perdió la mayoría de las elecciones a las que se presentó, viviendo de la política y, hasta diciembre, del sueldo de su esposo diputado, Claudio Del Pla.

Quintana, por su parte, fue mucho tiempo uno de los encargados de Prensa del PO. En 2013, tras el voto bronca volcado en apoyo a la izquierda por parte de los salteños, llegó a ser diputado provincial. Hoy, en la vereda opuesta a la eterna Foffani, va por aparte, con lista propia, junto a su líder, Violeta Gil, por Política Obrera (también PO). Tognolini y Villegas, nunca pasaron de la línea de ser simples militantes con algún tipo de llegada, aunque Villegas estuvo cerca de ingresar este año como concejal. Casi, no sirve un casi.

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