Panorama Político Salteño
Elecciones

El Oso sometido, el barrendero compite, el macrismo ayudó a Olmedo y sigue el escándalo en la Unión Cabaretera Radical

Sergio Leavy, Alfredo Olmedo, Miguel Isa. (Dibujo: NOVA)

Días atrás les contábamos que al ex peso pesado del kirchnerismo salteño ahora lo toman para la “chacota”. Sergio Leavy, quien junto a su pareja/colega partidario, José Antonio Vilariño, no solamente están perdiendo peso debido a un plan de dietas que estarían siguiendo rigurosamente monitoreados por profesionales del Litoral, sino también a la falta de representatividad dentro de las filas K de la Provincia. A fines de abril el sector comandado por el Frente Grande y Kolina, entre otros espacios, intentaron arrebatarle el nombre del “Frente de Todos” a Leavy y al Partido de la Victoria, aunque finalmente la justicia electoral falló a favor del senador nacional. Con el pasar de las semanas, lejos de fortalecerse, el “Oso” fue perdiendo adeptos y sumando detractores, al punto tal de perder a uno de los mayores aliados que tenía hasta hace unos días.

Jorge Guaymás, el ex barrendero con aspiraciones a ser un Moyano norteño, fue uno de los pilares del FDT en Salta, pero se hartó del Oso y decidió participar de las PASO este año. Junto a la siempre poco útil arquitecta “Kitty” Blanco, con un pasado para el olvido en la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de Salta, y al empresario de medios de comunicación y ex buen periodista Jorge Villazón. ¿El motivo? La “agachada de cabeza” que pegó Leavy ante las órdenes de Nación que solicitaban que forme una alianza con el PJ como en todo el país. Lamentablemente para Sergio, el Partido Justicialista de Salta es conducido por Miguel Isa, un camaleónico que ahora juega a ser oficialista y sigue, desde hace dos años, causándole dolores de cabeza al senador. Finalmente, al Oso lo mandaron a hibernar y que de la política se encarguen los que “saben”.

Quien se “cae” de risa en su finca de La Rioja donde se encuentra sumergido en la incomunicación, aceitunas y trabajadores precarizados; es Alfredo Olmedo. El ex diputado era candidato cantado para estas elecciones y era, naturalmente, el reemplazante de Martín Grande en una de las bancas que seguramente conseguiría el espacio alineado al macrismo. Pero “Yellowjaquet” dejó a todos sorprendidos cuando, al caer la noche del sábado, se confirmó que finalmente no se presentaría para disputar una banca, y en su lugar mandaría a su mano derecha y presidente de su partido. Carlitos Zapata, contador, se hizo famoso tras revelar años atrás cuánto cobran los lesgisladores salteños. Lo hizo cuando fue parte del Concejo Deliberante y también en Diputados; y hoy tiene una oportunidad inmejorable para imponerse en la interna macrista que tiene como protagonistas a candidatos de poco o nulo peso político.

También dentro del sector macrista, y tradicionalmente envueltos en peleas internas, están los candidatos de la UCR (Unión Cabaretera Radical). Es que van por distintos lados, uno quiere ser más que otro y terminan perdiendo bancas u oportunidades para consolidarse como una verdadera fuerza en la provincia. Lejos quedaron aquellos años en los que los correligionarios se pelaban con otras fuerzas. Hoy, Nanni está cómodo entregándole los arreglos a un desgastado Martín Grande que sigue esperando alguna bendición de Patricia Bullrich. Por otro lado, está Héctor Chibán quien apela al escritorio para tratar de participar en las PASO de septiembre y, cuando todo parecía que iba a recibir el apoyo del Comité Capital radical, recibió un cachetazo por parte de su presidente, Rubén “El Chato” Correa, quien acusó al hotelero de deberle plata ya que desde diciembre que el legislador no hace aportes al partido centenario. Efectivamente, los van a devorar los de afuera.

¿Qué tal… te fue? Inicia una conocida canción de la banda Divididos. Y si se aplica a la supuesta única oposición “al régimen capitalista” y al discurso armado de Néstor Pitrola, Nicolás Del Caño y Jorge Altamira; seguramente la respuesta a esa pregunta podría ser “muy mal”. Es que los anti todo del zurdaje salteño, no pudieron ponerse de acuerdo para tratar de conformarse como una alternativa y van a ir en dos listas. La primera de ellas encabezada por las “dino” de siempre con Cristina Foffani a la cabeza, Daniela Planes de Pan y Rosas haciendo bulto por ahí, y Gabriela Cerrano quien no quiso quedarse afuera de la foto feminista y pidió ser suplente, aunque sea. Por otro lado, desde el MST no pudieron mantenerle la boca cerrada a su líder, Andrea Villegas, quien se peleó con “las glorias” del Partido Obrero y presentó su propia lista que como adherente presenta solamente a aquellos beneficiarios de distintos planes sociales que salen a marchar todas las semanas en el centro salteño en reclamo de no se qué y solo perjudican a los verdaderos trabajadores, sobre todo a los que se movilizan en colectivos. Muy representativos ustedes.

Por último, pero no menos criticable, están los dos “partidos independientes” que presentaron sus propias listas para las PASO. El primero de ellos está compuesto por los disidentes de los eternos del PO. Molestos con Del Pla y compañía, el sector liderado por la movilera Violeta Gil participará con la “juventud” partidaria que, tras sacarse los ojos por el nombre del Partido Obrero, finalmente decidieron optar por quedarse con “Política Obrera”; en fin, más de lo mismo. Dicen por ahí que esto solo es comparable con El Chavo del 8 cuando vendía aguas frescas: “Parece de limón, es de Jamaica, pero sabe a tamarindo”.

“Chivita” Sabbadini no se conformó con todo lo que ligó con la “Revolución Verde” de Isa en la muni y decidió armar hace años su propio partido. Aunque su política es la de cuentas claras, mostrando en cada campaña qué es lo que hicieron con el dinero que recibieron del Tribunal Electoral, ahora aseguran que como la tajada es bastante grande porque viene de Nación, un angurriento Mauro no quiso quedarse afuera de la repartija y presentó a su candidato a diputado nacional. La pyme sigue en pie.

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