Ernesto Gonza es uno de esos señores patrones que de golpe se encontró con una cuota de dinero y, sobre todas las cosas, poder en un municipio chico, aunque con marcada diferencia de clases entre sus habitantes.

Así como se menciona siempre la parte “linda” de San Lorenzo, como la Villa Veraniega donde viven muchísimos funcionarios y políticos de la provincia, o Finca Las Costas donde se encuentra la residencia oficial del Gobernador de la Provincia; también está la parte olvidada, la pocas veces beneficiada como la zona sur con barrios como Atocha o San Rafael.

Al parecer, para el “Kila” son todos iguales, pero no por su condición de vida, sino porque les terminó robando a todos por igual. Al menos eso estima la fiscalía salteña que en las últimas horas lo imputó por el desfalco de más de 6 millones de pesos de la comuna.

Obviamente, no es la primera denuncia en contra del ex alcalde sanlorenceño, aunque sí podría ser una de las que más lo puedan complicar ante la Justicia. La misma, fue radicada por un concejal y enemigo acérrimo del ex jefe comunal con quien mantiene una disputa por el poder que el primero nunca pudo obtener como el segundo.

Juan Pablo Dávalos, de a poco, empieza a complicarle el camino a Gonza con esta causa por defraudación a la administración pública.

El edil sostuvo en su acusación que tras un pedido de informe que el Concejo Deliberante solicitó a la Municipalidad de San Lorenzo, en el cual pidieron que se rindan cuentas y el envío de copias de lo actuado en los últimos tres años.

Allí la investigación detectó que en el último período de Gonza al frente del municipio, se realizaron dudosas compras y erogaciones sin factura ni procesos de licitación de por medio con órdenes de pago a un mismo proveedor con firmas distintas, algo totalmente prohibido de acuerdo a la Carta Orgánica municipal.

En las órdenes, se encontraban servicios de camiones sin especificar la función que cumplían dentro de la comuna. Llamativamente, uno de los camiones que habría recibido dinero pertenece a uno de los hermanos del ex alcalde.

Fue la fiscalía quien en los últimos días imputó al ex jefe comunal por incumplir en forma reiterada las normativas que regulan el sistema financiero y de gestión, en orden al manejo de una administración pública municipal.

Según Dávalos, el denunciante, si la justicia actuara más rápido “este tipo no se hubieran llevado 50 millones, se hubieran llevado 10 y hoy estarían presos”. Dichas declaraciones, claramente, dejan entrever que el Kila se llevó mucho más a sus bolsillos que la suma por la cual fue imputado; casi, casi como su ex colega de Campo Quijano, Manuel Cornejo.

Si este dato no era demasiado alentador para Gonza, ahora debe lidiar con el repudio y el escrache público tras conocerse que hace dos años, en plena campaña para intentar renovar su puesto como jefe comunal lo cual no sucedió, les hizo hacer el Documento Nacional de Identidad a dos adultos mayores que se encuentran viviendo en situación de calle desde hace 9 años.

En diversos informes realizados, se constató que Pedro y Benicio figuran como habitantes del “Puente Circunvalación Oeste 0 S/N”, es decir, su casa es el puente. Esto claramente despertó el malestar de toda una provincia que quiere la cabeza del Kila en la guillotina por tal jugada que tuvo como único propósito una elección que terminó perdiendo.

Como si eso fuera poco, muchos recordaron que a fines de este mes se cumplen 10 años del crimen de las “Turistas Francesas”, las jóvenes investigadoras que fueron halladas sin vida en los cerros de la Quebrada de San Lorenzo en julio del 2011 en medio de una falta total de control por parte del municipio para controlar el ingreso de gente a esta reserva natural, entre otras irregularidades, lo que hasta ahora tampoco cambió mucho si se tiene en cuenta la última búsqueda en esta zona de una joven extraviada que por suerte apareció con vida. ¿Quién estaba en esa ocasión como intendente? Sí, Ernesto “Kila” Gonza.