El propio ministro de Salud, Juan José Esteban, aseguró que las masivas campañas con “bailongos” incluidos y organizados por los políticos, candidatos o sus referentes, son más peligrosos, incluso, que la masiva convocatoria por los festejos tras la obtención de la Copa América por la Selección Argentina de Fútbol. Ahora, ¿se dan cuenta la gravedad de la situación?

Aquel 10 de julio se vio un total descontrol en todo el país por el título obtenido deportivamente. Miles y miles de personas coparon las calles de la ciudad, Plaza 9 de Julio, el Monumento a Güemes y tantos otros puntos en el interior. La policía, con Pulleiro a la cabeza, optaron por no hacer nada, dejar que todo fluya. Esto despertó alarmas en Salud, aunque todo se desmoronó realmente una semana después. Y es que, con la llegada del 16 de julio, daba por iniciada la campaña electoral. Miles de candidatos salieron masivamente a las calles, organizando actos, reuniones, asados y hasta bailes. ¡Bailes!

Esto llegó a oídos del propio ministro Esteban quien pegó el grito en el cielo y, tras días y días de ser ignorado, culpado y hasta condenado por distintos sectores que le endilgaban responsabilidades; decidió ponerse más firme que nunca. Esto, tal vez, podría traerle consecuencias en el futuro, ya que a quienes él pretende “terminarles la joda”, podrían ser quienes luego sean representantes en el Senado o en Diputados y causarle algunos dolores de cabeza.

este sábado, tras dos semanas de campañas, se reunieron autoridades del Gobierno, del Comité Operativo de Emergencias y el Tribunal Electoral y trazaron los protocolos y medidas que deberán cumplir aquellos que aspiren a una banca el próximo 15 de agosto. Lo más contundente fue el anuncio del inicio de cobro de multas a los candidatos, aunque eso lamentablemente a la larga no se cumple. O al menos así quedó demostrado hasta ahora.

Por desgracia, no se podrá multar en retroceso; es decir, que por más pruebas y denuncias que se tengan en contra de opositores y oficialistas, de izquierda o derecha, desde hoy es “borrón y cuenta nueva”.

Igualmente, se convocó a la ciudadanía en general para ayudar a controlar que estos políticos sin escrúpulos no hagan lo que quieran. Porque, en realidad, si uno de ellos, llámese Matías Posadas, Miguel Isa, Emiliano Durand, Pamela Ares o quien sea, se enferma; ellos pueden acceder a hisopados, testeos, y hasta una cama en alguna clínica fashion de ser necesario; pero el común de la gente, el laburante, el hijo de vecino, debe peregrinar con los centros de testeos, y rogar que si necesita atención pueda llegar una ambulancia a su casa o tener una cama disponible.