El diputado y fisicoculturista que se vio involucrado durante el fin de semana en un escándalo que roza lo obsceno por ostentar bienes que distan mucho de la realidad que viven sus propios vecinos de uno de los departamentos más empobrecidos de la provincia, intentó lavar sus culpas y, además de recurrir a la vieja e inútil artimaña de acusar una operación política en su contra, terminó involucrando a sus familiares para no quedar "más pegado".
Matías Monteagudo no tiene pinta de mal tipo. A diferencia de quienes lo rodean, suele dar la cara y pocas veces se esconde. Por este mismo motivo es que no solamente expuso su réplica sobre el escándalo con medios de comunicación afines a su espacio político; sino que también se atrevió a confrontar con aquellos que piensan diferente y con todos, absolutamente con todos, dio versiones que se asemejan unas a otras; con alguna fina variación entre sí.
— Matias Monteagudo (@mmonteagudook) September 4, 2023
De hecho, terminó aceptando que no fue bueno ostentar una motocicleta de lujo en medio de una crisis económica galopante, y menos cuando sus comprovincianos del distrito al que representa, se encuentran sin una gota de agua desde hace casi un mes, y el pronóstico a largo plazo no pareciera que vaya a llevar soluciones a los sanmartinianos.
Justamente por ese tema es que saltó lo de su moto Ducati valuada en muchos miles de dólares. Según el sitio Mercado Libre, la misma cuesta alrededor de 40.500 dólares. Una suma que ningún tartaglense puede costear para un vehículo ya que ni para comprar agua les alcanza. Ahí es donde radicó el enojo de un pueblo entero ya que, claramente, la actividad pública lo benefició a la hora de hacerse del chiche nuevo.
Tras el repudio, Matías Monteagudo trató de desvincularse del escándalo. Acusó al abogado Sergio Heredia quien lo expuso y, a pesar de haber anunciado que le iniciaría acciones legales, finalmente desistió de éstas. En su arremetida el ex radical mencionó que lo que busca el abogado polémico es fama y ensuciar su imagen ya que tiene alguna intención política detrás; campaña sucia dirían si estuviesen participando de alguna contienda electoral.
En medio mencionó a su padre, a quien hizo parte de la adquisición de la moto, mencionando que puso la mitad del capital, y que el resto lo financió el legislador a 12 cuotas. Claro, cada cuota excede el millón de pesos mensuales y queda la duda cómo hace Monteagudo para costear ese bien automotor si es monotributista clase D por lo que su actividad privada no le dejaría fondos suficientes. La respuesta es obvia: la política
