Rápidamente desde la Cámara de Diputados salieron a defenderse y aclarar que la suba se trata de un monto que están cobrando con retraso, retroactivo; lo que no significa obligatoriamente una suba en la dieta. Fue Gastón "Jhon Cena" Galíndez quien aseguró que la "ínfima" suma de 250 mil pesos extras que percibieron los 60 diputados, incluido el presidente del cuerpo, es un proporcional del Sueldo Anual Complementario 2023 (medio aguinaldo) que acordaron gremios de la administración pública en febrero. Es decir, mientras a un docente le suben "chauchas", los diputados, sin sufrirla se la llevan en pala.

Lo llamativo fue que la gran mayoría de los diputados que se animaron a hablar, o fueron "apurados" por periodistas locales, se expresó en contra del aumento y hasta culpó a Galíndez, al gobernador Gustavo Sáenz, a Roberto Romero y hasta a Hernando de Lerma por las jugarretas que dejan expuestos sus millonarios salarios. Algo así como el enojo de José García con Emilia Orozco, pero más elegante.

Igualmente, a pesar que todos están en contra, ninguno supo decir que renunciarían a dicho monto o lo pondrían a disposición de algún fondo común para ayudar a aquellos que realmente se ven afectados por las crisis. Ninguno. Los del interior dicen que no les alcanza porque la gente les pide; los de Capital que porque el estilo de vida. Ninguno es capaz de meter la mano al bolsillo propio; pero ahí andan pidiendo proyectos para que otros pongan la tarasca.