Judiciales y Policiales
Los detalles

De bodegas, negocios en el exterior y sobres: el fiscal Cornejo imputa a empresario extorsionador

¿Federico Mena Saravia rosqueaba para el diputado kirchnerista Emiliano Estrada o fue solo una casualidad?

De moda, el termino ensobrado refiere a aquellos comunicadores que utilizan sus medios como plataforma de extorción para cobrar jugosas pautas. Si bien la causa que ocupa a la justicia salteña en estos momentos tiene dos vertientes, la sorpresa del mes es que una no es política sino meramente económica.

Falsas amistades. Traiciones. Sorpresa. Desilusión. Ese es el orden de los sucesos en los cuales se desarrolló esta causa. Las vertientes son dos y será muy difícil comprobar que eran una sola. ¿Federico Mena Saravia rosqueaba para el diputado kirchnerista Emiliano Estrada o fue solo una casualidad?

Del diputado Estrada ya nada sorprende, las acusaciones en su contra cuando estaba al mando del ministerio de Economía de Salta y que hablaban de presiones a empresarios para tomar asesorías en la consultora que el diputado dirige junto a su hermano son de público conocimiento, sin embargo, el nombre que estallo en los últimos días y que penosamente ahora se formaliza bajo, nada más y nada menos, que una imputación, eso si es sorpresa.

Federico Mena Saravia, multi empresario, dueño de medios, bodegas y empresas radicadas en Miami, si, así como leyó, Miami, fue provisionalmente imputado el día jueves por la fiscal de delitos de ciberdelincuencia, Sofía Cornejo.

Según informaron fuentes del Ministerio Público Fiscal salteño, el empresario no se encuentra en el país, y se sospecha que se habría ausentado al conocer que la imputación sería inminente. Quienes lo conocen, aseguran que Federico Mena Saravia, cual Yabrán de los valles Calchaquíes, prefiere refugiarse en el anonimato.

Al preguntar sobre los orígenes de su cuantiosa fortuna, quienes lo conocen desde changuito, hablan de un muchacho con ganas, inteligente y una buena capacidad para acercarse a los que cortan el queso. Sin embargo, una fuente fiable de este columnista asegura que allá por el 2008 o 2009, Mena Saravia no tenía ni para un Renault 12: “Llegaba a Grand Bourg a manguear pauta en taxi”, aclaran.

Mena Saravia supo crearse desde el anonimato, chicaneando, amenazando y extorsionando. Un día compro un usado, otro día llegó a una chata cero y chantajes mediante, a conocido oficial de la justicia, apareció con una bodega.

Con buen timing y un cacho de suerte, Federico Mena Saravia logró hacerse de los favores del amo y señor de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian, y, claro está del holding Corporación América, de donde obtuvo el favor de poder lucrar con los espacios publicitarios, algo para nada despreciable.

El vertiginoso crecimiento económico logrado en un par de años le llenó la cabeza de espuma, y desde sus medios digitales comenzó a promover columnas sin firmar y cuya idea era la extorsión de todos y cada uno de los jugadores de la política local.

Con información falsa y más aires de grandeza que Mariana Nannis, pretendiéndose paladar negro, desde allí infundió el miedo a los 50 o 60 lectores de su medio, sin embargo, seguía recibiendo los favores del poder, el gordito caía bien.

Lamentable fue su caída en desgracia. Tras caerle con todo el peso de la ley a un changuito que andaba desempleado y necesitaba la chamba, y que por orden de Federico Mena Saravia se encargaba de darle vida a una cuenta de tik-tok similar a su columna de fakenew’s, más de un jugador de la política local que se vio injuriado por ataques con información basura y que afectaba principalmente las familias, esposas e hijos, se vieron defraudados con el falso confidente, a quien incluso solían darle una mano cuando no le alcanzaba para cargar la saeta.

Las últimas semanas fueron un prolegómeno de lo que se le venía encima. Desde sus medios digitales, mena Saravia publicó titulos engañosos, recibos falsos, capturas de pantallas adulteradas y cuanto mecanismo de chantaje exista para detener la bola de nieve que le caería sobre la cabeza. Nada de esto sirvió, un testigo lo mandó en cana y el ahora empresario bodeguero quedó expuesto y hasta las manos.

Según explican las autoridades, Federico Mena Saravia permanece en Estados Unidos, en tanto eso, su abogado negocia los términos de la imputación por ser responsable de un delito gravísimo que colinda con lo antidemocrático: “intimidación pública”.

Cabe aclarar que, de no presentarse, las acciones en su contra se agravarían y hasta podría tramitarse una deportación, algo impensado. Dado el escape exprés realizado por Federico Mena Saravia al conocer lo inevitable: la vergonzosa imputación, la caracterización como delincuente y lo que es aun peor, la vergüenza de quienes llevan adelante esta profesión con dignidad. Y pensar que no tenía ni para la cuota del club.

Continuará…

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