El ex funcionario municipal Pablo Gauffín recibió en las últimas horas una noticia que lo dejó helado. Contrastado con la tranquilidad que mostró meses atrás desde el Caribe, hoy el ex concejal estaría bastante nervioso ya que ve con muchas posibilidades un próximo viaje con estadía completa en “Canadá”. Las facturas truchas durante su paso como secretario de Haciendas y las maniobras turbias con Matías Huergo, por fin ponen contra las cuerdas a uno de los mayores acusados del lavado de dinero y asociación ilícita.
Mientras en Salta hoy todo pasa por los problemas que rodean a Matías Cánepa por la Copa de Leche, el covid o las elecciones; este jueves se conocía un dato que dejó con la boca abierta a más de uno. Es que, de la galera, el fiscal federal Carlos Amad sacó una solicitud a la Justicia para que el ex edil y funcionario de las intendencias de Miguel Isa y Gustavo Sáenz sea citado a prestar declaración indagatoria por la posible participación en una asociación ilícita que tiene como principal imputado al empresario millonario Matías Huergo; el “salame” otrora amigo del diputado Martín Grande, del actual procurador Abel Cornejo, y de varios políticos salteños.
Según se supo, de algunos informes realizados por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), se habría podido determinar que Pablo Gauffín habría sido un “sujeto esencial y parte integrante de la primera asociación ilícita, recientemente elevada a juicio por la querella, en la causa principal”. Amad expresó que “dicho vínculo se desprende de comunicaciones telefónicas de Matías Huergo que se refieren a Pablo Gauffín, las que fueron cotejadas con información obtenida de los allanamientos y de bases de datos de AFIP”.
El informe del letrado podría decirse que es lapidario para el ex funcionario que “no solo figura como receptor de pagos de empresas en anotaciones allanadas (Excel denominado Caja Excel denominado Club Amigos de la Farola Colonial), sino también mediante la emisión de cheques, con uso de interpósitas personas que reconocieron no tener ningún tipo de vínculo (ejemplo el señor Joaquín Soria), para luego ser endosados y cobrados en la entidad bancaria por el propio Gauffín. Dichos informes surgen claramente que el señor Pablo Javier Gauffín, habría generado el primer contacto con las maniobras desplegadas por Matías Huergo en la causa principal, ya que, desde su puesto de secretario de Hacienda de la Municipalidad de Salta en ese entonces, tenía la posibilidad de facilitar la adjudicación de obras públicas de dicho municipio y a través de las cuales, como ya conocemos, se llevaron a cabo las maniobras desplegadas”.
Cabe remarcar que el escándalo de las facturas apócrifas salió a la luz en enero del 2019 cuando, tras investigaciones de la AFIP, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanó las oficinas del Centro Cívico Municipal y secuestró distintos elementos, entre ellos computadoras del entonces secretario de Hacienda, Pablo Gauffín. Hace aproximadamente un año, y tras solamente tener a un empresario como principal imputado, el juez Julio Leonardo Bavio determinó que hubo dos asociaciones ilícitas de las cuales la primera, con Huergo a la cabeza, estuvo compuesta por Anibal Anaquín, Arturo Mimessi, Álvaro Anaquín, Gerardo Rubén Romero, Sebastián Héctor Silva y Juan Nolberto Llanos.
Desde aquel mes, y tras su desaparición tras la renuncia presentada a la Municipalidad por “problemas familiares”, poco y nada se supo del ex funcionario hasta el pasado mes de mayo cuando, haciendo uso de las redes sociales, Gauffín compartió fotos relajado, disfrutando del sol y el bronceado que le trajeron las paradisíacas playas del Caribe. Ahora, habrá que esperar a ver cómo avanza la justicia federal respecto a Pablo quien podría pasar de disfrutar el paseo en Punta Cana, a estar en cana si se llega a comprobar su participación en el lavado de dinero que habrían hecho con el “salame” Huergo.
