Con Cristina presa, el kirchnerismo salteño entra en terapia intensiva... y Emiliano Estrada no duerme

Mientras en Buenos Aires Cristina Fernández de Kirchner enfrenta el peor capítulo de su carrera política, en Salta ya se sienten los primeros temblores. La pregunta es inevitable: ¿qué será de Emiliano Estrada, la joven promesa devenida en operador full-time que ahora tiene una causa penal que amenaza con empujarlo al mismo abismo que su jefa?
Ex ministro de Juan Manuel Urtubey, ex funcionario albertista y cristinista por conveniencia, Estrada camina sobre un campo minado. No solo arrastra una causa judicial por malversación de fondos públicos vinculada a la creación de una presunta “cueva de trolls” para atacar opositores y armar operaciones, sino que ya dos empleados suyos fueron condenados en juicio abreviado. Sí, condenados. No imputados, no indagados: condenados.
18 años estuvo proscripto Perón. Se robaron el cadaver de Evita para que no la veneraran. Y volvimos más fuertes.
— Emiliano Estrada (@EstradaEmiliano) June 10, 2025
Y así y todo vuelven a repetir el método.
Háganse un favor y lean la causa. Un escándalo institucional sin precedentes.
Se lo hicieron a Lula y no hicieron más que… pic.twitter.com/uFObdjKyiD
La estrategia para zafar fue digna de manual: mover la causa a Comodoro Py, donde todo es más lento, más amigable y más fácil de empiojar. Pero la jugada no prosperó del todo. El expediente sigue en Salta y hay fiscales federales que también lo quieren cerca… pero en tribunales salteños, no porteños.
El dato político no es menor: Estrada fue uno de los que empujó desde adentro del PJ la intervención ordenada por Cristina. La misma Cristina que hoy está condenada y que ya no protege a nadie. ¿Quién va a poner la cara ahora por Emiliano? ¿Quién lo va a blindar cuando lo llamen a declarar? ¿Con qué estructura se va a bancar una campaña si su única referencia nacional está tras las rejas?
El PJ salteño viene de hacer la peor elección de su historia, y el panorama 2025 pinta para cementerio de promesas. Estrada, lejos de reinventarse, apostó al barro, a las fake news y a la operación berreta. En vez de construir, eligió embarrar. Y como todo lo que sube sin sustancia, ahora cae sin red.
¿Candidato? ¿Referente? Más bien parece un caso testigo de lo que pasa cuando se juega sucio y se cree que la impunidad es para siempre.