Panorama Político Salteño
Elecciones

Como todos los años, vuelven las peleas a la Unión Cabaretera Radical de Salta

Comenzaron las idas y vueltas dentro del radicalismo. (Dibujo: NOVA)

Si Leandro Alem pudiera resurgir de sus cenizas es muy probable que desee no haber fundado nunca un partido que sería, con la llegada del siglo XXI, una horda de correligionarios desesperados por intentar vivir del estado a como diera lugar, sin importar el precio a pagar que, muchas veces, los terminaron dejando con más penas que glorias.

En Salta, la Unión Cívica Radical pasó a ser más un cabaret donde los problemas personales, se dirimen con sanciones, denuncias públicas, escraches y expulsiones. Sin un candidato fuerte, sin un referente conciso, sin mucho más que aportar que algún que otro voto de algún salteño o alguna salteña que, hartos del Partido Justicialista y el Renovador, no confían en el olmedismo y el kirchnerismo no es una opción.

Resta poco más de una semana para que la Unión Cabaretera Radical de Salta vaya a las urnas para elegir a las autoridades del partido que, a nivel nacional, logró darle algunos logros importantes a la Nación, pero en el norte no tuvo más que candidatos y representantes conformistas; y lo peor de todo que con muy poco.

Nanni, el presidente que nadie eligió

Quien fuera duramente criticado por propios y extraños, por hijos y entenados, fue quien resultó nuevamente erigido como presidente del Comité provincial, el diputado nacional Miguel Nanni. A falta de otras ofertas (fue la única lista que se presentó), el cafayateño seguirá un período más a cargo de los correligionarios. Pero no fue una decisión tranquila, los opositores denunciaron que el partido centenario está siendo manejado al antojo de los Nanni (padre e hijo) y que éstos lo están llevando a su defunción.

Ni el Oso se animó a tanto

Mario Mimessi es un hombre fuerte dentro de la política salteña. O al menos dentro del partido al que dice representar. Siendo un fiel lacayo de su referente Miguel Nanni, el intendente de Tartagal se estaría asegurando un cargo como delegado del Comité Nacional del partido. Poco importan las acusaciones de cubrir a una concejal que responde a él y que fue escándalo nacional por lucrar con mercadería que había sido enviada para comunidades hambrientas de wichís, o las vacunas a piqueteros y periodistas amigos contra el Covid-19; la política es el arte de todo lo posible dirían Maquiavelo, Churchill, Bismark o Aristóteles según los libros.

Chato, de medidas justas para chupar… las medias…

El profesor Rubén Correa, más conocido por su apodo que hace alusión a su baja estatura, salió a ser el defensor oficial de Nanni. Incluso, justificó las sanciones que impuso la UCR salteña a cerca de 30 personas y en las que se expulsó del partido a un senador provincial por, simplemente, no conformar un monobloque. Pero el Chato tiene una especie de doble discurso que le sirve cuando le conviene, porque al mismo tiempo que justificaba la sanción para distintos militantes y políticos por formar parte de otras coaliciones, evadía que Nanni es un lamebotas del macrismo más puro que gobernó la Argentina por cuatro años.

“El radicalismo debe recuperar el rol estratégico que históricamente tuvo en el país y la provincia y para ello debe alejarse de coaliciones que lo desdibujaron, como Juntos por el Cambio, o el frente Sáenz gobernador. Nos preocupa la gente que entra al partido, pero cuando no le va bien se presenta por otros y ocupa espacios, pero cuando hay elecciones quieren volver” expresó con tanta liviandad que desde La Serenísima están pensando en contratarlo para una nueva receta de CasanCrem.

Chibán, un “anti” con ganas de presidir

Otro ejemplo de que se llenan la boca hablando de radicalismo, pero a la hora de la acción son más macristas que Pato Bullrich es el diputado Héctor Chibán. Desde hace tiempo, viene siendo (o tratando de ser) una oposición al régimen nannista en el centenario espacio político y el próximo domingo, tal vez ya convencido de que muy difícilmente su espacio renueve la banca que ocupa en la Cámara de Diputados, buscará quedarse con la presidencia del Comité Capital para seguir teniendo vida política. La otra opción, es ser olvidado porque mucho, digamos, no hizo.

Los castigados por “vendidos”

El concejal capitalino Raúl Córdoba; el Defensor del Pueblo, Federico Núñez Burgos; el sindicalista y ex edil Ángel Ortíz; el ex apoderado Juan Manuel Pizarro; y el abogado Luis Zabaleta, fueron algunos de los sancionados por parte del Tribunal de Disciplina partidario por haberse “alejado” del partido y formar parte de otras alianzas o bloques. El primero llegó hace cuatro años al Concejo Deliberante, pero en 2019 renovó su banca detrás del partido de Bettina Romero y el frente de Gustavo Sáenz. Núñez Burgos se presentó por el Partido Autonomista y, como no entró en una banca, le dieron un cargo como premio consuelo.

Todos recibieron una carta documento firmada por el Tribunal de Disciplina, entre los que se encuentra el padre del legislador nacional, Miguel Ernesto Nanni, además de Alberto Salim, María Tusnelda Castañares, Braulio Justiniano y Ana María Hernández. En la notificación no se dio ninguna explicación sobre la decisión, aunque el “Chato” expresó que incurrieron “en reiteradas ocasiones a presentarse como candidatos fuera del partido radical”.

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