Panorama Político Salteño
De mal en peor

"Chico Nabo": persecución a la prensa, estafas y hasta indígenas enojados

En Política todo vale y más para llegar a un puesto de poder, en este caso hablamos de Adrián Valenzuela. (Dibujo: NOVA)

Al parecer a un diputado provincial salteño que supo ser un periodista reconocido años atrás, no le gusta que unos tomen el lugar que él abandonó por gusto propio para dedicarse al panquequismo político y a vivir de la teta del Estado por un par de años. Semanas atrás fue centro de críticas tras presentar un proyecto para que solamente aquellas personas recibidas de una universidad o un terciario, puedan ejercer en televisión y radio como periodistas. Ahora, habría denunciado a un archi-enemigo suyo en la radio de su padre mediático, que sacó a relucir los casos de estafa que este comunicador devenido en integrante de una comunidad originaria, habría llevado a cabo contra los pobres laburantes a los cuales dice defender dese inicios de su carrera.

Tal parece que todo el barrio o calle que dice tener Adrián Valenzuela, alias “Chico” (algunos dicen nabo, otros raro, y quienes lo quieren, malo), se le esfumó desde que decidió asumir como diputado de la provincia por el departamento Capital allá por 2019. Es que ya no invita a pelear a la gente o a aquellos detractores a quienes desafiaba a través de los micrófonos de la radio de su esposa, la ex aspirante a concejal; sino que ahora opta por victimizarse y enviar cartas documentos o denuncias a quienes suelen hablar de él. En esta ocasión, quien habría recibido un “tate quieto” por parte de la Justicia sería Daniel Murillo, un enemigo íntimo del legislador tras una ronda de reemplazos polémicos en la FM Aries allá por el 2010 cuando Mario Peña rajó sin escrúpulos al movilero de canal 11 y dejó al nuevo “rebelde sin causa” a cargo de la mañana radial.

Resulta que Murillo hizo estallar una bomba que causaría un tsunami de denuncias públicas contra el periodista de Radio Vos, tras entrevistar a dos albañiles quienes estaban indignados porque Valenzuela no les pagó por una obra de cerca de 300 mil pesos para hacer un tapial que dividiría su propiedad de la de otro familiar a quien no quiere verle la cara. Tras esta nota, muchos salteños expresaron su repudio con el comunicador y algunos se animaron a contar sus historias personales.

Entre ellas se destacan las de una ex empleada doméstica a quienes el matrimonio Valenzuela-Borja, con tal de no pagarle los meses de trabajo adeudado, le realizaron una denuncia por robo de una computadora; personas que trabajaron en la campaña que lo depositó en la Legislatura; decenas de taxistas y remiseros que le fiaban los viajes a su familia; y hasta un reconocido cantante de música tropical que lo fue a buscar a su propia radio para “sacudirlo”, pero éste nunca salió.

Tras el escrache público, “lamezuela” (como lo llama el periodista de Aries), habría solicitado mediante sus abogados que éste no lo nombre para no manchar “su buen nombre e imagen”; en otras palabras, intentó censurar al periodismo. Algo que no es nuevo para Valenzuela ya que hace pocos meses fue criticado por cientos de comunicadores de la provincia tras querer colegiar y cercenar la libertad de expresión, al pretender que solamente puedan hablar en televisión y radio aquellas personas con un título profesional. Tras el mamarracho y el ridículo, no le quedó otra opción que desistir de su idea y fingir ataques en su programa matinal.

Ahora, Chico Valenzuela deberá aguardar lo que haga la justicia por su accionar de mala fe contra distintos trabajadores. Y no solamente eso, el fastidio fue tal que durante esta última semana hasta integrantes de la comunidad originaria Lule, a quienes el legislador suele visitar de vez en cuando para sacarse unas fotos para colgar en Instagram, expresaron su malestar ya que el legislador en cuestión, preside la comisión de Diversidad Cultural, Asuntos Indígenas Y Desarrollo Comunitario; y no habría cumplido con promesas de campaña que trataban la cuestión de tierras de esa comunidad (con base en San Lorenzo y Finca Las Costas), y su reconocimiento para poder formar parte del IPPIS.

Si a esto le sumamos una convocatoria que se está gestando en redes sociales, en donde los “afectados por Chico Malo” se están organizando para realizar una manifestación afuera de su radio ubicada en pleno centro salteño, podríamos decir que se vienen un par de días bastante caldeados para “el diputado de la gente”. Algunos dicen que no reaccionará; otros aseguran que es medio fosforito y se prende fácilmente. Igualmente era más fácil pagarle a la gente y no jugar con su necesidad. “Cada uno tiene lo que se merece” suele repetir Valenzuela; pero algunos merecen muchos escraches más tal vez…

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