Pasaron las elecciones, pero las cicatrices aún no sanan. Luego de la exposición pública que hiciera el diputado nacional Emiliano Estrada en la emisora "con mejor imagen", propiedad de don Mario Ernesto Peña, se sumaron también las solicitudes formales de investigación formuladas por el también legislador Carlos Raúl Zapata, y por su par provincial, Daniel Sansone.

Con la campaña ya iniciada, hubo un debate de candidatos a gobernadores que terminó con una revelación severa por parte del ex candidato humillado a la gobernación y ex ministro "U" en contra de la emisora.

Resulta que la misma le facturó por varios años a la provincia pauta publicitaria para un programa que nunca vio la luz; O, mejor dicho, que dejó de verla mientras se siguió facturando por el producto ya desaparecido.

Según informa el portal Salta Transparente, página de propiedad del abogado Guzmán Coraita que se dedica a informar cuánto perciben de pautas estatales los diferentes medios de comunicación (si no le tapan la boca con algo, obvio); Peña habría sobrefacturado más de 5 millones de pesos solamente en el año 2021.

Y, si bien esto salió a la luz durante el debate en Aries, lo cierto es que antes de eso había presentaciones en la justicia local sobre este tema. De hecho, Zapata solicitó que pongan bajo la lupa al "abuelo" de la radiofonía salteña ya en el año 2020, la que no tuvo ningún tipo de resultados hasta la fecha.

Fue Sansone quien, este año, solicitó al procurador de la Provincia, Pedro García Castiella, que inicie la investigación detallada del caso ya que es él quien tiene las facultades y herramientas para conseguirlo.

Tristemente para el futuro ex legislador y empresario corralonero, recibió la respuesta por escrito firmada por el funcionario, pero ésta estaba muy lejos de sus expectativas.

Es que en la misma Castiella solamente informó que las actuaciones fueron giradas a la fiscalía de Delitos Económicos desde el 21 de abril y, a un mes de ese pase, no se tienen novedades fehacientes.

Sin dudas esto siembra dudas sobre la legalidad y la transparencia con la que se deberían manejar los recursos estatales que fueron destinados a financiar un programa que no estaba al aire y que eran facturados por el propio Mario Peña y su empresa.

Lo importante para Sansone, y no tanto para Castiella, recae en la posibilidad de la incursión en el delito de facturación apócrifa y fraude a la administración, hechos similares a los que él dejó escapar cuando era titular de la Oficina Anticorrupción de la Municipalidad de Salta y le estalló en la cara la causa Huergo de las "facturas truchas".