El procurador general de Salta, sin demasiada actividad por estos días de vacaciones y ferias judiciales por doquier, protagonizó este lunes un descargo que dejó mal parada a una legisladora nacional que quiso ser demasiado protagonista en una de sus primeras alocuciones en el Congreso de la Nación, y terminó haciendo el ridículo.
Mediante el equipo de prensa que se encuentra reducido hasta mediados de febrero, el Ministerio Público Fiscal aclaró una situación con la que la new legisladora, María Emilia Orozco, quiso desnudar ante sus pares el avance de la narco criminalidad debido al descuido de los gobiernos nacionales con la extensa frontera provincial con el vecino país de Bolivia.
Fue a fines de la semana pasada cuando, en medio del Plenario de Comisiones de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, la ahora legisladora ultra libertaria tomó la palabra y, luego de apuntarle al resto por considerar que le faltaban el respeto simplemente por no escuchar lo que ella tenía para decir, comenzó a hablar de la frontera y los casos de trata de personas.
Al mencionar este delito puso de ejemplo el caso de Liliana Ledesma y contó la metodología que emplearon para silenciarla. No dudó en dar detalles del sangriento crimen ocurrido hace 18 años, y tampoco en afirmar que el poder político estaba tras de este hecho que, según ella, sigue sin resolverse. Grave error.
Luego de analizarlo por algunos días, Castiella optó este lunes por ordenar que se publique un descargo suyo en base al caso Ledesma, que culminó con un juicio llevado a cabo semanas atrás en el norte provincial en el proceso federal, y que tiene a varios protagonistas presos por el ámbito provincial.
Fue así que en el marco de las previsiones del Artículo 263 del Código Procesal Penal, el MPF aclaró "información incorrecta que fuera divulgada los últimos días". Castiella le recordó a Orozco, quien no llegó a la HCDN por mérito propio sino por el envión que significó llevar a Javier Milei en la misma boleta, que la causa que investigó la justicia provincial por el crimen de Liliana Ledesma estuvo calificada como "homicidio calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas", descartando que se tratase de un hecho relacionado al delito de trata d personas como lo había expresado la diputada por Salta.
Además, mencionó que por ese caso fueron condenados en el año 2010 María Gabriela Aparicio, Aníbal Ceferino Tárraga, Casimiro “Nene” Torres y a Lino Ademar Moreno (este último prófugo desde el año pasado) a la pena de prisión perpetua; y a Patricia Guerra, a la pena de diez años de prisión y Juan Moreno por encubrimiento a la pena de cuatro años de prisión efectiva.
El horror, porque fue más que un error, de Emilia Orozco, quien trató de imitar la verborragia con la que suele expresarse su compañero de bancada, Carlos Zapata, solamente demuestran que la joven no puede adaptarse todavía a su nuevo rol en donde ya no ve por los baches y baldíos de una ciudad, sino los intereses provinciales. Sumado a eso, su extrema necesidad de ser condescendiente con la ministra Patricia Bullrich, y las ganas de resaltar o llamar la atención, le jugaron una mala pasada y, a pesar de ser licenciada en Comunicaciones (o periodista como la llaman algunos), no supo chequear bien las fuentes de su información.