Carla, la "loba" con piel de Cordero que curró con la Dirección de la Mujer
Deseada por muchos, pero fiel al mimessismo; Carla Cordero empezó desde muy chica a militar en las filas del radicalismo de la mano de su entonces novio, el hoy diputado provincial, Matías Monteagudo.
De a poco fue formando parte del equipo del hoy intendente de Tartagal, siendo encargada de zona en las diferentes elecciones en las que el "Minino" fue electo como concejal, diputado, jefe comunal y hasta para el convencional constituyente.
Obviamente, tanta lealtad, tenía que ser recompensada. De hecho, luego de la separación con su ex pareja, amigo íntimo de Mario René Mimessi, ella siguió apegada al "Gatito", muy apegada de hecho, al punto tal que se convirtió en una de las mujeres de confianza de Mimessi; una de las 2.
Tras asumir Mimessi en lugar de "Chanchín" Leavy, el hermano del "Oso" que había quedado a cargo del ejecutivo municipal ya que no soltó el cargo ni yéndose al Congreso de la Nación, Mario nombró como directora de Género y Diversidad a Carla, su confidente, su amiga, una de sus manos derechas.
El cargo, sobre todo este último año, fue muy criticado luego de que desde su área, no se pronunciaran respecto a los diferentes casos de abuso de autoridad, malos tratos, acoso sexual y denuncias por violencia que sufrieron mujeres por parte de funcionarios del Gabinete municipal; por no decir nada luego de que se promocionara el "Chineo" en el festival Trichaco por parte de un docente hermano de un periodista ultra mimessista; o, incluso, llegar a amenazar por WhatsApp a concejales a quienes criticó por su dudosa orientación sexual.
Todo esto fue ignorado por el jefe comunal tartagalense quien nunca dudó en seguir sosteniendo a Cordero en su cargo. Pero todo cambió con la llegada del mes de noviembre.
Las denuncias en contra de Carla por obligar a mujeres víctimas de violencia de género beneficiadas por un subsidio nacional, no pasaron desapercibidas. Mejor dicho, solo pasaron desapercibidas para Mimessi, quien siguió sosteniendo a su amiga a pesar de las crecientes denuncias, públicas y penales, de beneficiarias de la ayuda social que la señalaban como la autora de obligarlas a entregar un 20 por ciento del subsidio a sus arcas personales; o al de gente que aseguró que responde a ella de forma directa, mejor dicho.
Vestida de cordero, empoderando los derechos de la mujer, siendo una ferviente defensora de aquellas que fueron víctimas de violencia, al menos delante de las cámaras, Carla Cordero supo amasar sumas millonarias durante los meses que viene sosteniendo esta modalidad de coima a las beneficiarias del programa, a quienes, una vez estallado el escándalo, obligó a que comenten publicaciones en redes sociales a su favor, y hasta solicitó que marchase a su favor en un escrache realizado a un medio de comunicación local.
Todo el relato de la ahora ex funcionaria se vino abajo con la exposición mediática y, con un intendente inerte solamente enfocado en la campaña del 2023, la propia Cordero solicitó ser apartada de su cargo "hasta que se esclarezca la situación" y se limpie "su buen nombre".
La decisión fue aceptada por el ejecutivo, aunque no se informó la modalidad en la que queda la funcionaria, si fue removida del cargo o apartada con licencia y goce de sueldo. Llamativamente, la decisión más fuerte en este caso la tomó el partido radical ya que su presidente, el diputado nacional Miguel Nanni, decidió expulsar de sus filas a la mediática ex culturista, una auténtica lobo con piel de cordero.