Panorama Político Salteño
El escenario

Cambio de medio tiempo: salen los peronchos y entran las kukas

Las "kukas" con todo contra el peronismo provincial de Salta. (Dibujo: NOVA)

No, no es un titulo libertario, pasa en Salta y en tiempo real. Año electoral y el PJ es una herramienta electoral, digamos, importante. Y lo de digamos hasta puede ser una analogía de la formula uno, ya no importa si alcanza para ganar, sin la posibilidad de PASO, tener donde jugar no es poco.

El justicialismo salteño perderá, de momento, 2 bancas en el Senado de la Nación y 2 en Diputados. Sergio Leavy y Nora Giménez finalizan sus mandatos en la Cámara Alta, en tanto que Emiliano Estrada y Cintia Calletti pasarán por la misma situación, pero en la Cámara Baja.

Los 4 puestos son fundamentales en el porotero del devenir cotidiano nacional, y por tanto una poderosa herramienta de negociación, tanto para el gobierno provincial, de buenas relaciones con el ejecutivo nacional, como para los Libertarios locales “puros” línea Ahora Patria, como para la oposición nacional, alineados con Cristina Fernández de Kirchner.

Y aquí es donde ese nombre comienza a jugar fuerte. Y no es que el PJ local no sea peronista, es que casualmente peronista y en tanto eso, no es kirchnerista. A los muchachos locales no les hables de minorías, ni marchas LLTBQ+, mucho menos de la revolución cubana o la banca a maduro o la Mesa de Puebla. Acá queremos chori y cantar la marchita, como fue siempre.

Al medio, la pelea entre Emiliano Estrada y el gobierno provincial. El último capítulo de la novela colocó al ex ministro de economía de Juan Manuel Urtubey y ex Subsecretario de Relaciones con las Provincias en el Ministerio del Interior de la Nación Argentina, en una situación incómoda ante la justicia local. Y es que el mozo fue imputado por algo grave.

A mediados de febrero, Emiliano Estrada fue “imputado provisionalmente como autor de los delitos de intimidación pública, previsto en el artículo 221 del Código Penal y peculado de trabajos y servicios, previsto en el artículo 261 segunda parte del Código Penal, ante la presunción de que la organización y distribución de tareas de esta organización estaba siendo financiada con fondos públicos, provenientes del Congreso de la Nación, ya que el pago de los servicios de dos de los imputados (sus asesores) provenían del erario público nacional”, según lo advierte el Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Salta.

Luego, y hábilmente, Estrada logro mover su causa a la Justicia Federal y por allí va la cosa. Más allá de como esto resulte, ya sabemos que “la casta” nunca paga, el problema mayor era que el joven Estrada carecía de partido desde el cual poder intentar seguir metido en la cocina de la política. Ojo, sin causas aún, pero en la misma vibra, Sergio "Oso" Leavy, también se ve beneficiado con lo sucedido.

La presidencia del PJ, más allá de si los legisladores representantes de Salta voten a favor u en contra de las leyes que propone el Ejecutivo Nacional, esto tampoco trata de jugar a la máquina de impedir, lo cierto es que el gobernador de la Provincia tenía el poder del sello en su versión local mediante la presidencia del Tuty Amat, también presidente de la Cámara baja provincial.

Esto no le era funcional, ni a Cristina y sus ansias de demoler hoteles, ni a Estrada y sus ansias de seguir viviendo de la nuestra. Dos por uno, tras asumir la presidencia del Justicialismo nacional, la ex presidenta y ex vice presidenta kirchnerista, intervino el PJ salteño.

¿Se suponía? Si ¿Fue bueno a niveles institucionales? No ¿Esto le importa a Cristina y el kirchnerismo acérrimo? Para nada, la democracia para ellos es un mero impedimento ¿Es garantizar que las bancas se mantengan? Nada más lejos de esto.

La única propuesta sería llevada a delante desde el kirchnerismo pasa por las diferentes estrategias que se lleven adelante con el fin de socavar el poder real de Javier Milei. Y en tanto eso, Salta, que es una provincia pospuesta y conservadora, y que ya no cree nada de nadie, está muy de acuerdo con lo hecho hasta el momento por el gobierno nacional. Por otro lado, el segundo escollo que debe sortear el kirchnerismo local es la capacidad de la dirigencia salteña para desviar los votos a partidos provinciales.

Estrada, Leavy y compañía la tienen cuesta arriba. Sin intención de voto, con causas judiciales a cuestas y con el apoyo de una pequeña horda de militantes pro minorías wannabe, tratarán de mantener bancas en las Cámaras nacionales cuando ya nadie cree en esas ideas, y en el durante tendrán una prueba de fuego en las elecciones de medio tiempo provinciales, en donde para bien o para mal, será pato o gallareta… ¿Qué pasará? Solo dios sabe. Amén.

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