Hace unos días hablábamos desde este espacio del incógnito intendente de Aguas Blancas. Aquella ciudad fronteriza con Bolivia, es tierra de nadie y la política está salpicada por acciones relacionadas con negocios ilegales, contrabando y droga.

Hasta diciembre el intendente fue Sergio Oliva, hoy diputado, condenado por abrir un paso ilegal fronterizo, una Aduana paralela, con máquinas del Estado.

Hoy las riendas de la ciudad son manejadas por Carlos Martínez, apodado el "Conejo".

Además de las causas en su contra como traslado de estupefacientes y lavado de dinero, Martínez tiene en su contra la nula relación que tiene con funcionarios del Gobierno nacional.

Es que, no hace muchos días, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, visitó aquella localidad y evitó reunirse con el alcalde por todas estas manchas en su contra.

Es que no es solamente su pasado, sino su presente. Martínez es uno de los nombrados en una causa en la que se investiga a Cristian "El Gringo" Palavecino y a José "El Oso" Ruiz.

El primero es señalado como líder de una importante banda narcocriminal que operaba en el norte de la provincia, precisamente en el departamento Orán. El segundo, un reconocido empresario y dirigente político imputado por el millonario robo a una empresa local llamada Abra del Sol.

Justamente en esas causas se menciona a Carlos Martínez y a su hermano, "El Oreja", como miembros de la banda delictiva. Justamente, luego de que se diera a conocer los vínculos entre los Martínez, Palavecino y Ruiz, asesinaron al "Oreja" en la puerta de su casa.

El hecho ocurrió en noviembre del año pasado cuando masculinos con el rostro tapado que se desplazaban en motocicleta, asesinaron a Martínez a tiros en la vereda de la vivienda en donde cumplía con prisión domiciliaria por una causa de intento de femicidio que era seguida en su contra.

A pesar de pedir hablar para romper el silencio, "Conejo" evitó responder preguntas puntuales.

Sobre el narcotráfico planteó que la información la maneja Gendarmería, afirmó desconocer que haya tráfico de personas en su ciudad e invitó al periodista a tomar un café para hablar de forma privada sobre los temas que le interesaban.

En definitiva, pidió aire solo para pedir mayor compromiso a Bullrich, pero de las manchas en su contra mejor no hablar.