Judiciales y Policiales
Con una trabajadora sexual de Buenos Aires

Aberrantes chats corroboraron que un gendarme abusó de una nena de 7 años y fue detenido

Sin escatimar detalles, el depravado le contó por chat a la trabajadora sexual que estaba con una menor a la que iba violar.
La trabajadora sexual primero no entendía la aberración de la que le estaban proponiendo ser parte, y cuando comprendió, decidió hacer la denuncia ante la prensa para proteger a la menor.

El relato del caso es escalofriante y se conoció mediante chats que el sujeto le envió a una trabajadora sexual que reside en Buenos Aires. Allí contaba con lujos de detalles las prácticas horrendas a las que sometía a una chiquita de 7 años, hija de su pareja, para que le practique sexo oral y manual.

Todo comenzó cuando el sujeto, un gendarme en actividad, estudiante de abogacía, oriundo de Buenos Aires con revista en el Escuadrón 54 de Aguaray, se contactó, vía chats, con una trabajadora sexual que vende contenidos eróticos y que reside en esa misma provincia, previo depósito de 8.000 pesos. Si bien en las primeras comunicaciones la trabajadora acepta la propuesta y le exige al sujeto que antes de comenzar la sesión le deposite la suma acordada, la negociación se demora cuando el gendarme le indica a la trabajadora sexual que pagaría el doble "por una fantasía".

"Estoy con una nena de 7 años", le escribe el depravado después de describirle con toda crudeza lo que hasta ese momento le obligó a la nena a hacerle, aún antes de la sesión erótica que estaba por abonar. El sujeto (identificado solo con las iniciales T.V. a los efectos de preservar la identidad de la pequeña) propone que mientras la trabajadora sexual hace la videollamada, él violaría a la nenita. "¿Aceptas o no?", le pregunta a la mujer que a esas alturas recién se da cuenta de que no se trataba de una fantasía erótica de las tantas que debe ver y escuchar en su día a día, sino que el sujeto efectivamente estaba con la nena a la que iba a violar.

Ante la premura y lo espantoso de la situación, la trabajadora sexual buscó datos del sujeto hasta que dio con su perfil en las redes sociales donde aparece junto a la nena en cuestión y a otros menores, al parecer hijos de la pareja. Allí supo que se trataba de un gendarme en actividad en el norte de Salta.

La trabajadora sexual envió entonces un mensaje a la madre de la menor y la respuesta habría sido aún más angustiante y desesperante: "Cuando me di cuenta de lo que realmente estaba sucediendo con este tipo, me contacté con la mamá de la nena y la mujer lo único que me pidió fue que no lo escrache ni lo denuncie", aseguró. Eso es lo que la trabajadora sexual K.F. desde Buenos Aires momentos más tarde le relató a un periodista de Tartagal. La mujer en estado de desesperación le pidió ayuda para que la prensa del norte de la provincia haga algo para salvar a la nena, tanto del depravado como de su propia madre, quien al parecer consentía las aberraciones que el gendarme cometía con la chiquita.

En el chat con el periodista, la mujer desde Buenos Aires pide también protección para ella por haber expuesto un caso de tanta gravedad y por tratarse de un gendarme. En su diálogo con el periodista la mujer relata que "le dije a la mujer que como madre que soy, le pedía por favor que proteja a la nena de este degenerado y lo único que me pidió es que no lo vaya a denunciar y no cuente nada, ni lo escrache en las redes sociales. Aparte de comunicarme con usted (le dice al periodista de Tartagal vía WhatsApp) también hablé a la Gendarmería en Salta (Capital) para avisar lo que está sucediendo porque es espantoso" relató.

"En la charla que estábamos teniendo para arreglar la tarifa y mientras me decía cosas horribles en relación a la nenita y todo lo que él le iba a hacer a la chiquita, traté por todos los medios de que me mande una foto suya, pero se negó. Solo me mandó una foto de la nena para que yo viera cómo quedó después de todo lo que este tipo la sometía", refiere profundamente conmovida la trabajadora sexual.

El fiscal federal Eduardo Villalba, quien después de una investigación de algunas horas -todo se conoció el sábado alrededor de las 17- pidió la detención del gendarme T.V., quien presta servicios en Aguaray, aunque se desconoce si reside en esa localidad o en Tartagal. Las actuaciones fueron giradas al juez federal Julio Leonardo Bavio, quien ordenó su detención y una profunda investigación de los hechos. Mientras tanto, y pese a darse dentro de un ámbito de una fuerza federal, el caso también llegó a la Justicia provincial al tratarse de un abuso sexual contra una niña de 7 años, con el agravante de la guarda, la convivencia y los vínculos.

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