Judiciales y Policiales
Cayó en la tentación

A lo Kripper: agarraron a Monseñor alcoholizado y conduciendo

Mario Antonio Cargnello, Monseñor, Arzobispo de la provincia.

Salta, tierra de empanadas y buen vino. Difícil resistirse a alguna juntada con amigos o ir de peña en peña. Turistas y locales suelen disfrutar, casi, los siete días de la semana de las bondades de una provincia que, según los visitantes, vive de fiesta a comparación de otros puntos del país. Esta tentación hace pecar a más de uno y este miércoles la víctima fue la máxima figura de la Iglesia Católica salteña.

Mario Antonio Cargnello, Monseñor, Arzobispo de la provincia, fue escrachado en medios de comunicación y redes sociales en un video en donde admite, ante efectivos de la policía de tránsito local, conducir bajo los efectos del alcohol y sin siquiera portar la documentación obligatoria para cualquier conductor común y corriente.

Al igual que ocurriera hace años con el entonces funcionario municipal que estaba a cargo de Tránsito y Seguridad Vial, Nicolás Kripper, a Monseñor lo agarraron en un control de rutina en plena avenida principal de la ciudad de Salta. Para sorpresa de los agentes municipales, al mirar al conductor de la Renault Duster que habían detenido, se trataba nada menos que de Cargnello, cura de extrema confianza del Papa Francisco.

Como es costumbre, el personal debía de solicitarle la documentación correspondiente para circular y realizarle el test de alcoholemia. Era de noche, aparentemente madrugada. Cargnello fue sincero. Les confesó haber estado en una reunión ingiriendo alguna bebida alcohólica, y que además circulaba sin licencia de conducir. En una provincia que todavía no sale de la consternación por los accidentes viales que se llevan vidas por culpa de conductores alcoholizados, una de las figuras que debería dar el ejemplo, circulaba con alcohol en sangre.

Monseñor pudo seguir camino a la curia, lugar donde vive, y el incidente se mantuvo en absoluto secreto hasta hoy. Resulta ser que el control podría haber tenido lugar hace 10 días, cuando abundaban los festejos y brindis por el Día del Trabajador. A él no se le retuvo el vehículo por falta de licencia o alcoholemia, y ni siquiera habría sido multado. Esto porque los agentes habrían preferido evitar un escándalo, pero ahora serían sancionados por hacer diferencias por ser alguien conocido.

Llamativamente no se supo de alguna sanción que pudiera caberle al sacerdote que estaba fuera de su recinto arzobispal, lo que no debería ocurrir, por lo que le corresponderían días de arrestos y penitencia, castigos que él mismo aplica a sacerdotes o religiosas que son reportados fuera de parroquias, templos o seminarios; tal como remarcan los medios locales.

Una más para el cuaderno. Golpes a monjas, denuncias, y ahora alcoholizado al volante. Una joyita don Mario...

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