Panorama Político Salteño
El escenario

3 veces Judas: Estrada ante su momento más oscuro

El diputado de Unión por la Patria (UxP), Emiliano Estrada. (Dibujo: NOVA)

La joven esperanza blanca del kirchnerismo salteño no detiene su raid de colisiones. No le alcanzó con ser el candidato a gobernador de Javier Milei en 2023, ahora también fue uno de los conductores del estrepitoso fracaso de la intervención de Cristina Kirchner al Justicialismo Salteño y como si esto fuera poco, sus empleados fueron condenados penalmente, chicos que solo cumplían órdenes y debían cuidar sus trabajos.

De noble apellido, y estampa hegemónica, Emiliano Estrada (diputado nacional de Unión por la Patria), lleva toda una vida viviendo de la tuya y de la mia.

Ministro de Economía y Finanzas de Juan Manuel Urtubey, cargo desde donde hacia llamaditos para invitar a las empresas salteñas a que contraten los servicios de su propia consultora, su llegada al kirchnerismo paladar negro data de sus años de estudiante.

Autopercibido camporista, pero negado por sus pares, ocupó luego un importante cargo dentro del ministerio del interior durante el gobierno de Alberto Fernández.

El asco que siente por sus comprovincianos de tez morena está directamente relacionado con su lugar de morada, aislado por completo de la realidad de los salteños que dice representar, el diputado disfruta de una ostentosa mansión en uno de los barrios cerrados más exclusivos del norte argentino, habría que revisar esa declaración jurada ya que los número no estarían cerrando. Entonces ¿Cómo lo hizo?

La respuesta sencilla es: mediante el uso y abuso de la traición. Estrada es un traidor de carrera. Revisemos esto.

Kirchnerista de paladar negro, no le tembló el pulso al momento de traicionar sus principios justicialistas cuando fue en contra de los sueldos de la docencia salteña, tildando de “disparatadas” las requisitorias de las maestras de grado durante su gestión como ministro de Economía de Salta.

Por esas épocas, la docencia salteña cobraba una miseria, y el paro fue producto de la propia desesperación de los autoconvocados, los docentes, esos que Estrada jura y perjura que defiende.

Además, de esto, y como prueba de que la cuestión ideológico partidaria es solo un eslogan de campaña, el diputado Estrada (autopercibido kirchnerista de paladar negro), cometió una traición de la que hoy poco se habla, cuando fue el candidato a gobernador de los liberales salteños, y no.

No hace 20 años esto, apenas han pasado 2 años desde aquel vergonzoso año en el que orgullosamente hacía campaña con Zapata, Olmedo y Orozco.

El frente se llamó “Avancemos”, y el color del sello de goma inventado para dicha faena era el violeta. Emiliano Estrada era el candidato a gobernador, y lo secundaba Carlos Zapata como vice. De la lista para el concejo deliberante participaba Emilia Orozco, y el que ponía parte del dinero para la campaña era Alfredo Olmedo.

Como explicarle esto a sus militantes, que si ya venían desconfiando, es aquí que comienzan a dejarlo solo. De ganar, hoy Estrada sería el primer libertario, pero el experimento duró poco y los salteños lo castigaron dándole la espalda. Apenas obtuvo el 16 por ciento de votos, quedando tercero y siendo derrotado por Gustavo Sáenz.

Vencido, Estrada se refugió en los fueros de la Cámara de Diputados de la Nación. Y optó por el bajo perfil y las acusaciones flojas de papeles, ventaja que posee gracias a los fueros del cargo que ostenta.

Sin embargo, la cosa tampoco prendió, y se le ocurrió mover de sus trabajos de comunicación institucional a sus empleados para forzarlos a configurar una cueva de trolls financiada con el erario público.

Desde ese lugar, el diputado promovió material audiovisual del estilo fake news de cuanto adversario tuviese cruzado, funcionarios, políticos, periodistas y diferentes personalidades fueron las víctimas de la cuenta de tik-tok “La Casta Salteña”, esta vez la cosa funcionó, los video difundidos poseían un exceso de morbo y apuntaban a la vida privada de las personas con información ficticia.

La denuncia motivó las investigaciones pertinentes, y se llegó a los responsables. Empleados de la Cámara de Diputados de la Nación, y de municipios controlados por el kirchnerismo fueron imputados, y luego condenados. Todos jovencitos, personas preocupadas en mantener sus puestos laborales en épocas en las que quedarse sin trabajo es caer en la indigencia.

La oferta de Estrada fue que asuman la responsabilidad para proteger su propia carrera política, a cambio de abogados defensores de fuste.

Pero los participes entendieron que el único interés del diputado era hacerlos pagar los platos rotos y el tener una coartada. Esta vez los implicados en esta suerte de obediencia debida decidieron no ser la carne de cañón y colaboraron con la justicia para resolver el caso, aportando pruebas indiscutibles y decisorias.

Tres veces judas, tres veces traidor, el futuro de Emiliano Estrada podría declararse como oscuro y preocupante.

Aislado políticamente, con los teléfonos de Buenos Aires bloqueados tras el fracaso de la intervención forzada del PJ, que no pudo colocar ni siquiera un concejal en toda la provincia, habiendo sido parte del primer ensayo electoral liberal en Salta, y ahora como un traidor hacia su propia gente, muchos creen que es mejor perderlo que encontrarlo. La justicia llega siempre, sobre todo a los traidores.

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