Mimessi fomenta el consumir alcohol en la vía pública, pero después manda a la policía
El intendente de tartagalandia, como lo llaman debido a las constantes acciones payasescas de su gestión, fue a visitar a mujeres que disfrutaban de una actividad deportiva el pasado fin de semana. En medio de los besos y fotografías, una niña le acercó un vaso "bolichero" de color verde, con alguna bebida semitransparente, un trozo de hielo flotando cual iceberg, y una rodaja de limón sumergida. El tipo olfateó, constató, le mandó trago y encima lo posteó en sus redes sociales. Un crack.
Marito René Mimessi está jugado. Aunque sigue siendo la primera opción de reemplazo del Gringo Marocco en caso de buscar un alcalde del interior para ser vicegobernador; todo indicaría que finalmente saldría a jugar el próximo 14 de mayo como candidato a renovar su puesto actual como jefe comunal. Su idilio con el Grand Bourg recordó a la novela que montaron Chelsea y el Benfica por Enzo Fernández. Hubo ofrecimientos, tentativas, charlas, pero el jugador debió quedarse en Portugal porque la gente se estaba enojando. Lo mismo ocurrió con el "Minino".
Pero, si el fútbol nos dejó en claro algo, es que todo puede ser repentino. Así como finalmente Enzo se marchó a Inglaterra con uno de los pases más caros de la historia, quién no te dice que, a mediados de marzo, cuando se conozcan los candidatos oficiales, no esté el hombre radical entre las filas oficialistas.
Bueno, a lo nuestro. Mientras recorre algunos barrios, zonas, eventos y hasta lotas vecinales, tratando de mostrarse cercano o bonachón con la gente, el intendente de Tartagal sigue cometiendo algunas acciones cuestionables y, lo peor, es que, a pesar de los tirones de oreja, los sigue reivindicando.
Eso es lo que pasó el finde. Y, aunque es entendible, eso no quita que haya estado mal, y hasta fuera de la ley. Mimessi posteó contento que, con 45 grados de calor que hacía el sábado en el norte provincial, él se tomaba un traguito de Gancia con limón. "Belleza" y "manjar" fueron algunos de los calificativos que tuvo "Don Mario" para el elixir vertido por unas jóvenes mujeres, muchas de ellas menores, con hijos en brazos y corriendo alrededor, en medio de un torneo de fútbol femenino organizado por la Municipalidad en unas canchas públicas.
¿Se entendió? Va de nuevo: un evento "deportivo" organizado por la Municipalidad, en donde se consumía libremente alcohol, donde menores consumían alcohol, donde el intendente consumió alcohol lo cual está prohibido por ley, siendo él funcionario público y, en caso de no haber autorizado él como autoridad el consumo de bebidas debería haber denunciado para no caer en incumplimientos de deberes de funcionario público.
Claramente, si hubieran sido un par de "pichirichis" con un parlante, sin cámaras de fotos ni banners de la muni, o las remeras entregadas por la amante funcionaria del intendente; la policía ya se hubiera cargado a un par a la Alcaidía; como pasó el domingo a solo metros del lugar.
