Darío Madile es desde 2019 el presidente del Concejo Deliberante salteño. Por él pasan muchas de las decisiones que se tomaron en ese lapso de tiempo, como la remodelación del reciento del antiguo edificio de avenida Líbano, o el reparto discriminado de pauta publicitaria a los distintos medios de comunicación.

En aquella elección, fue el segundo edil más votado, solamente por detrás del actual presidente de REMSA, Alberto Castillo. Por la cantidad de sufragios obtenidos, él, Romina Arroyo y Raúl Córdoba se aseguraban una banca. Este año fue muy distinto.

Desgastado por las mismas mieles del poder, y de la mudanza a su nueva casa en un barrio privado y top de Salta, Madile apenas superó la mitad de las voluntades obtenidas hace dos años, aunque le bastó para renovar su banca y hacer ingresar a una segunda edil de su lista: Soledad Gramajo.

A pocos días de asumir, estalló en medios nacionales y locales el escándalo protagonizado por la ex jueza de Faltas municipal, quien fue captada en video mientras conducía un vehículo en la vía pública, sentada en las piernas de otra persona que oficiaba primeramente de piloto, y en aparente estado de ebriedad.

En el vehículo, otras personas le solicitaban que se apresure para comprar alcohol, e incluso uno le mencionó una posible detención por el personal a cargo de la futura concejal. Todo empeoró en las últimas horas de este sábado, cuando se supo que en el vehículo habría estado presente un menor de edad.

Si bien admitió ser ella la de las imágenes y solicitó disculpas, Gramajo derivó la culpabilidad sobre un sector político que quiere que su banca sea ocupada por quien la seguía en la lista, Aroldo Tonini; como si éstos la hubieran obligado a realizar tales acciones.

De los concejales, electos y actuales, solamente unos pocos salieron a pedir sanciones para la irresponsable y que renuncia a su "honorable" banca. De ellos, solamente uno se aseguró una banca hasta el 2023: José Gauffín. El resto (Candela Correa, Ángel Causarano y Santiago Alurralde) dejarán de pertenecer al cuerpo en la próxima semana.

Llamativamente, solamente un espacio se mostró indignado con lo acontecido y repudió que Gramajo no desista de su idea de asumir. Desde Juntos por el Cambio, tienen la esperanza de que se caiga la asunción de la ex jueza, aunque no sería solamente por una cuestión moral o de ética, sino más bien política.

Y es que el silencio del sector oficialista hoy, realmente, dice mucho. Si bien Madile llegó desgastado, todo podría indicar que habría reunido los votos necesarios para poder renovar su mandato como presidente del cuerpo ya que, solamente en fuerzas aliadas al oficialismo provincial, reuniría la mitad mas uno de las voluntades en total.

Si todo sale como lo esperado para el actual presidente, tendría de su lado los votos del Partido Identidad Salteña (Guillermo Kripper, Marianela Pérez, Víctor Constanzo y Alicia Vargas), Primero Salta (Malvina Gareca, Arnaldo Ramos, Carolina Am e Ignacio Palarik), 2 por el Partido FE (José García y Bennassar Inés), y uno por Salta Nos Une, que sería Gramajo.

Desde JxC, esperan que Gramajo finalmente no asuma para poder disputar esa terna con Gauffín a la cabeza; aunque restará mucho por resolver y aceitar con café de por medio esta semana para conseguir los consensos necesarios.

La fuerza macrista logró obtener 5 bancas en las últimas elecciones, y tendría acordado los votos de la Unión Cívica Radical (2), cuyos ediles electos fueron indiferentes con el escándalo de la conductora alcoholizada. Además, se aguarda por el voto de los integrantes del partido Salta Independiente (2) que podrían equilibrar la balanza y llevar esto a una definición tan dramática como la de algún deporte popular.

Mientras tanto, y hasta que el conflicto se resuelva, Madile no ve el mal, no habla de lo que está mal, y prefiere hacer oídos sordos cuando le dicen que algo está mal. Y esto, claramente lo está.