La relación entre Orozco y Estrada no es casual, ni reciente. Viene desde la campaña provincial de 2023, cuando compartían militancia y ambiciones en el fallido frente “Avancemos”: Estrada aspiraba a la gobernación, Carlos Zapata a la vicegobernación y Orozco buscaba una banca en el Concejo Deliberante de la capital salteña.

En aquel entonces se vendían como “renovadores”, como un aire fresco que venía a romper estructuras. Pero apenas Javier Milei empezó a marcar tendencia nacional, Zapata y Orozco se despegaron del armado de Estrada y dieron un salto quirúrgico hacia el espacio libertario. Nada de convicciones firmes: cálculo frío, supervivencia política y conveniencias de temporales.

Ese volantazo, sin embargo, no habría sido tan limpio como se quiso mostrar. De acuerdo con las filtraciones que ya circulan (la acusación de Eduardo Feinnmann en el prime time de radio y streaming más escuchado en el país), Orozco habría continuado vinculada a Estrada a través del financiamiento de cuevas de trolls dedicadas a ensuciar políticos, empresarios y periodistas salteños mediante la factoría de fake new’s.

Las mismas estructuras digitales que ya tienen varios ejecutores condenados y que funcionaban como máquinas de demolición mediática al servicio de campañas sucias. Estrada ya perdió sus fueros por esta causa. Orozco, en cambio, intenta posar como víctima de ataques políticos mientras evita cualquier explicación de fondo. El propio Feinnmann la desafió a una entrevista cara a cara, y Maria Emilia, muy rápida para contestar insignificancias, aun guarda silencio al respecto

La bomba de tiempo ya no tiene forma de ser desactivada: mientras Estrada enfrenta el proceso de lleno, María Emilia Orozco se disfraza de “leona libertaria” para esquivar la sombra de su pasado kirchnerista inmediato. Pero la política salteña es un ecosistema chico, donde todos se conocen y las lealtades falsas duran menos que un comunicado oficial.

Si se confirma su participación en la financiación de estas operaciones digitales, su llegada al Senado podría convertirse en un paso efímero rumbo al escándalo. Porque no hay relato anticasta que resista cuando la propia protagonista queda implicada en prácticas que representan lo peor de la vieja política: manipulación, operaciones sucias y persecución desde las sombras.

Cabe agregar que, en las pasadas elecciones, las denuncias de fortunas gastadas por la propia Orozco en campañas digitales y medios no existentes destinados a hablar bien de ella en redes, estuvieron a la orden del día. Y si bien desde el espacio argumentaban que habían gastado cero pesos, la oficina desde donde se generaba la hiper publicitación en redes, fue detectada.

Poco se habló de esto, aunque es muy posible que sea el eslabón perdido de una cadena de publicitación de fake new’s que termine llevando a varios a la silla de los acusados.

Lo que se avecina no es un simple ruido mediático: es una noche larga, pesada y llena de cuentas pendientes. Y como suele pasar en Salta, cuando alguien guarda demasiado silencio, es porque algo serio está por caer. Para la “leona”, el rugido parece haberse apagado. Y lo que queda es el sonido incómodo de una realidad que la está alcanzando.