Panorama Político Salteño
El escenario

Sáenz se adelantó y descolocó a los libertarios: reunión con Santilli y Adorni mientras Ahora Patria permanece

El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, junto al gobernador salteño Gustavo Sáenz y el ministro del Interior, Diego Santilli. (Dibujo: NOVA)

El gobernador Gustavo Sáenz volvió a marcar territorio político y fue el primer mandatario no liberal en reunirse con el flamante ministro del Interior, Diego Santilli, y el nuevo jefe de Gabinete nacional, Manuel Adorni.

El encuentro, realizado ayer, detonó una tensión silenciosa pero creciente dentro del olmedismo salteño, que observa cómo el gobernador recupera iniciativa mientras ellos continúan inmóviles, esperando instrucciones que acatarán a rajatabla y sin chistar.

Brutal contraste. Mientras los partidarios de Alfredo Olmedo repiten de memoria los anuncios del presidente Javier Milei (sin proponer nada, sin gestionar nada y sin mostrar la más mínima intención de defender los intereses de los salteños), Sáenz se mueve rápido, arma agenda, y vuelve a posicionarse como actor clave del Norte Grande.

El mandatario salteño no solo ya estableció puentes con el nuevo gabinete nacional, sino que intenta encolumnar a los mandatarios norteños para participar en las negociaciones del paquete de reformas que el Ejecutivo enviará al Congreso: flexibilización laboral, reforma impositiva y el rediseño completo de la relación fiscal Nación–provincias.

La foto con Santilli y Adorni hace algo más que abrir una vía de diálogo institucional: expone la ausencia absoluta de decisión política por parte de los supuestos liberales salteños, los amarillos de Olmedo siguen sin generar propuestas, sin un plan de desarrollo para Salta y sin vocación de intervenir en la discusión nacional más allá de la obediencia ciega a Casa Rosada, a la espera de que a alguien se le caiga un hueso del plato.

La reunión de ayer dejó claro que la provincia no puede esperar pasivamente a que decidan por ella. En paralelo, Sáenz afila su perfil político con una jugada que sorprendió incluso a su propio espacio: ya apunto fuerte contra Cristina Fernández y Máximo Kirchner, a quienes responsabilizó por el derrumbe electoral del peronismo en las últimas elecciones.

No fue un comentario aislado: fue un mensaje dirigido al peronismo nacional, a los gobernadores y al escenario que se abre con la reconfiguración del poder territorial.

La movida deja a la vista una apuesta fuerte: Sáenz busca un rol nacional en un contexto donde muchos actores tradicionales quedaron descolocados y otros están paralizados por miedo o conveniencia.

Ayer, mientras los libertarios salteños seguían mirando Twitter para ver qué debían opinar, el gobernador hizo lo que ellos no se animan: jugó. Y lo hizo donde duele, recuperando protagonismo, interlocución y volumen político. El resto, por ahora, sigue aplaudiendo desde la tribuna, mientras les dure.

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