Sáenz tras la derrota de Milei: “El Gobierno nacional terminó siendo paloma de iglesia, cagó a todos los fieles”

El gobernador Gustavo Sáenz no se guardó nada y aprovechó el cimbronazo electoral de Javier Milei en provincia de Buenos Aires para pasar factura. El primer mandatario salteño cargó contra la Casa Rosada y responsabilizó a la gestión libertaria por haber descuidado a sus socios y al interior profundo, actores políticos que le brindaron gobernabilidad y apoyaron leyes polémicas que requería Milei para avanzar en su proyecto político.
La derrota de La Libertad Avanza en el principal distrito electoral del país dejó en evidencia el descontento social y la pérdida de respaldo a Milei. Es este contexto, Sáenz interpretó el golpe en las urnas como un síntoma de agotamiento: “Esto demuestra claramente que la gente no la está pasando bien y que hay que hacer cosas”, sostuvo.
Con estilo filoso, el salteño apuntó contra la carencia de propuestas serias y exigió un debate de cara a los comicios legislativos: “Me encantaría que se los convoque a los candidatos a senadores para ver quién tiene capacidad, quién tiene idoneidad, quién va a defender los intereses de los salteños”.
El gobernador de Salta remarcó su independencia frente a Nación: “Nunca fui genuflexo ni delegado nacional de nadie, siempre peleé por los salteños y lo demostré desde que era intendente”, recordó, despejando suspicacias sobre su alineamiento con el oficialismo.
La crítica más dura fue para el presidente una acción que viene siendo criticada por más de un mandatario provincial. Sin demasiadas vueltas, Gustavo Sáenz acusó al gobierno nacional de traicionar a sus propios aliados: “¿Qué hizo el gobierno nacional? Terminó siendo paloma de iglesia, cagó a todos los fieles. Se quedó con lo peor. Yo creo que el presidente tiene que dar un volantazo”.
“El límite de nuestras convicciones es la necesidad y los derechos de los salteños. No podemos levantar la mano votando en contra de Salta. El que hace eso es traidor a su patria chica”, finalizó el mandatario, en clara alusión a la postura carente de crítica de los libertarios salteños, quienes en varias oportunidades, privilegiaron la relación con la Rosada por sobre las necesidades del propio pueblo de Salta.