Laura Cartuccia quiere ser senadora: la diputada que se fugó por una ventana ahora busca llegar al Congreso Nacional
Sin sonrojarse y con un discurso armado para las mismas redes sociales que día tras día le dan la espalda, la diputada provincial Laura Cartuccia blanqueó sus intenciones de competir por una banca en el Senado de la Nación. Lo hizo en tono heroico, como quién carece de muertitos en el placar.
La legisladora salteña, conocida más por sus papelones que por proyectos legislativos relevantes, se autopostuló para las elecciones nacionales de medio término de octubre (en donde Salta renovará 3 bancas en el Senado nacional y otros tres lugares para la Cámara de Diputados), en la misma carrera que figuras de peso como Juan Manuel Urtubey y Alfredo Olmedo.
Desde sus redes, “La Cartuccia” -como se la conoce- aseguró que lleva “años preparándose” y que quiere ser la “voz genuina” de Salta en Buenos Aires.
Lo curioso es que gran parte de la ciudadanía aún espera que dé explicaciones por viejos escándalos que jamás esclareció.
Uno de los más recordados ocurrió en 2021, cuando protagonizó una escena digna de una serie humorística de Netflix: quedando atrapada dentro del legislativo provincial, y para no enfrentar la fuerte protesta que se daba en las afueras del edificio por parte de los docentes salteños precarizados que se habían autoconvocado por mejoras salariales, se escapó literalmente por una ventana del recinto.
Aquel episodio no solo se viralizó, sino que también marcó su carrera política con un halo de desconfianza y oportunismo que aún no logra sacarse de encima.
Ahora, con visibles retoques estéticos y una importante inversión en trajecitos de diseñador (pagados con la tuya) y con un libreto armado en tono nacionalista salteño, Cartuccia habla de "candidatos prestados" y de no deberle favores a nadie, mientras insiste en que su cercanía con Gustavo Sáenz, algo que debería ser tomado como “relativo”.
En ese mismo posteo, repite frases hechas como "representantes comprometidos y genuinos" y “reclama identidad salteña”, como si no formara parte de la misma dirigencia que hace años ocupa bancas sin rendir cuentas ni haber realizado un solo proyecto de ley que imponga mayor bienestar a los salteños de a pie.
La diputada no tiene una trayectoria legislativa destacada, y su actividad parlamentaria ha pasado más desapercibida que los carteles de campaña de barrio. Sin embargo, eso no le impide intentar escalar a nivel nacional.
Es más: en su relato personal, parecería que ella es la única que entiende a Salta, como si el resto fueran todos foráneos con intereses oscuros.
La intención de Cartuccia de lanzarse a una senaduría confirma que, en la política salteña, la falta de autocrítica es un deporte olímpico.
Y qué, en tiempos electorales, hasta los que se tiran por la ventana creen tener la oportunidad de ingresar a la historia por la puerta grande. Ridículo.
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