Salteños que viven en el interior profundo de una provincia sumida en la tristeza, expresaron en distintos medios de comunicación su malestar e indignación ante las trabas que tuvieron que pasar con algún familiar o ser querido para su traslado urgente hacia hospitales de mayor complejidad como los de la capital salteña.

Uno de los testimonios indicó que, aproximadamente para la misma fecha, le negaron la aeronave a un hombre del norte provincial con la excusa de que, si el paciente llegara a tener coronavirus, deberían de desinfectar el avión y dejarlo inutilizable por al menos una semana.

Pero, ¿cuál fue la solución del gobierno salteño ante este requerimiento?. Un traslado en ambulancia, en una de esas unidades que entregan a los hospitales más precarizados y que son un rejunte de piezas de ambulancias más viejas. Además del mal momento en las oficinas, la familia sufrió todo el viaje hasta Capital demandando horas y horas confinados en un espacio reducido. Lo llamativo es que, con el avión sanitario a disposición, el trayecto se habría reducido a unos pocos minutos.

Solicitar respuestas a este tipo de hechos es como pedirle peras al olmo. Así como no justificaron el uso indebido de la aeronave para un traslado particular y de placer de personas ajenas a la provincia; tampoco hubo respuestas a la utilización de uno de los Learjet para trasladar al mandatario salteño hasta un aeropuerto de provincia de Buenos Aires, desde donde se dirigió a posterior a las playas de Pinamar en donde, camuflado para evitar que alguien le tome alguna fotografía comprometedora, decidió pasar los primeros días del año, sino recibió directamente el 2021 allí.

Lo llamativo del caso es el silencio de todos aquellos saencistas que, hasta hace poco más de un año atrás, criticaban a viva voz el uso del avión sanitario por parte del ex gobernador Juan Manuel Urtubey. Además, lo que no es un dato menor, ni Gustavo Sáenz, ni su esposa Elena Cornejo, ni los familiares que viajaron con el hasta el aeropuerto de la localidad bonaerense de San Fernando, figuran en las listas de pasajeros de vuelos comerciales que poseen en el aeropuerto Martín Miguel de Güemes.

El decreto 805/16 establece las formas en las que se pueden utilizar las aeronaves que son propiedades de la Provincia, es decir, de todos los salteños. Entre ellas se enumeran los vuelos oficiales sanitarios (el motivo por el que Salta tiene dos aeronaves), vuelos oficiales a pedido de la comunidad (para ser usados por motivos humanitarios y con costo a la Provincia), vuelos oficiales de pasajeros (Comisiones Oficiales del Gobierno de la Provincia), vuelos de apoyo al sistema de emergencias 911 (en caso de urgencias) y vuelos particulares sanitarios (a cargo de quien lo solicite).

Claramente, ninguna de las opciones anteriormente mencionadas, encuadra a los viajes por placer tanto del mandatario, su familia, o los conductores de Por El Mundo que demoraron tan solo 15 minutos, según expresaron en cámaras, para llegar hasta la localidad de Cachi; viaje que tranquilamente podrían haber realizado de forma terrestre como la mayoría de la producción del programa. Incluso, esto fue hasta motivo de burla por parte de Marley.