Panorama Político Salteño
Deuda, pandemia y crisis en educación

Sin más margen para pruebas: el 2021 exige señales

El primer año de Sáenz al frente de Salta fue complicado. (Dibujo: NOVA)

El 2020 fue un año difícil, plagado de inconvenientes que en su mayoría fueron olvidados por la situación de pandemia. Por otro lado, fue también, el primer año de Gustavo Saénz al frente de la provincia, tras doce años de Juan Manuel Urtubey.

Deuda

La semana no arrancó tranquila, el ministro de Economía de la provincia, Roberto Dib Ashur, asistió junto a varios pares provinciales al Palacio de Hacienda de la Nación con el fin de coordinar una estrategia de cara a la renegociación de la deuda que mantiene Salta por el Plan del Bicentenario. El default era casi inminente, y el silencio se percibía cómplice.

Sin embargo, el llamado de Nación para coordinar las negociaciones y evitar que las provincias quiebren sus economías, llevó a que Ashur se comprometa a encontrar una salida distinta, algún tipo de solución. La provincia no cuenta con fondos, y la baja recaudación es un problema. La solución pasa por reestructurar: "Nuestra expectativa es tener una deuda que sea susceptible de ser pagada por la Provincia, una propuesta que se pueda atender con los recursos provinciales", aseguró Dib Ashur al finalizar las reuniones en Buenos Aires.

La estrategia de diferir fechas de pago que venía implementando el saencismo, quedó trunca por orden de Nación. Gustavo Saénz tendrá que asumir los nuevos compromisos de pago de deuda. El panorama no es alentador.

Pandemia

Los casos están en alza, y los puntos con mayor cantidad de casos detectados son los centros turísticos, Salta capital, Cafayate, San Carlos. Sin una estrategia de contención que permita la coexistencia del Covid-19 y la oferta turística provincial, el COE local se vip obligado a tomar una medida insignificante: limitar la circulación de las personas de 2 a 6 de la mañana.

Salta depende económicamente del turismo, la actividad genera ingresos, trabajo y el necesario movimiento de las economías regionales. Una provincia que no planeó una estrategia sustentable más allá del encierro, y que hoy paga las consecuencias de haber parado todas sus actividades y cuyo principal foco de contagios en esta nueva ola son los puntos turísticos vitales para su subsistencia, apela a la receta que lo dejó al borde del knockout.

El gobernador Gustavo Saénz ancló su estrategia a la campaña nacional de vacunación. La misma es, al día de hoy, incierta.

"Las 2 es la hora límite, la cual nos permite trabajar como lo venimos haciendo hasta ahora. Menos sería terminal para nuestro sector". Así, Eduardo Kira, presidente de la Cámara de Hoteleros, Gastronómicos y Afines, comunicó su postura con respecto a la nueva restricción de circulación impuesta por el COE, entre las 2 y 6 de la mañana, y que rige a partir del próximo sábado hasta el 31 de enero.

La segunda ola requerirá de estrategias nuevas y que contemplen una casi normal actividad económica, la provincia ya no está en condiciones de parar, y Sáenz lo sabe.

Crisis de Educación

El armado del gabinete del gobernador entrante fue, desde un inicio, objeto de críticas. Previo al inicio de la pandemia, la primera tensión por la que pasó el gobierno provincial fue el área de educación. Su titular, Matías Cánepa, dinamitó toda posibilidad de diálogo con el sector docente y esto tuvo como resultado la vuelta de los “Docentes Autoconvocados”.

Autoconvocados es un fenómeno único. Por afuera de los gremios y con una capacidad de convocatoria poderosa, fueron capaces de parar las clases a nivel provincial. Cánepa les negó el diálogo, y los docentes le coparon la plaza 9 de Julio. Sáenz llevaba un poco más de dos meses gobernando y ya tenía una provincia convulsionada. Sin la participación del ministro, y teniendo que bajar él mismo a negociar, Gustavo Sáenz logró desatar el nudo momentáneamente.

El año transcurrió, y los resultados a nivel educativo fueron pobres, tanto la educación pública como la privada, carecieron de un norte que les de parámetros para conducirse bajo la pandemia. En esto Nación también tiene una cuota de responsabilidad.

El desafío de Matías Cánepa (y muchos dicen, su última oportunidad) será lograr un inicio de clases armónico. En este sentido, el tacto que aplique el ministro a las negociaciones será vital. Si el cuerpo docente no se ve reflejado en los resultados de las paritarias, los autoconvocados pararán nuevamente la provincia. A esto se agrega un plan de vacunación que no llega nunca y gran número de docentes dentro de los grupos de riesgo. Por último, la situación edilicia es deplorable en general, los edificios escolares estuvieron abandonados durante un año. La situación demandará aplicar la máxima creatividad posible y de momento Cánepa no demostró, de momento, estar a la altura.

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