Básicamente todo inició cuando se detectaron facturar falsas vinculadas a varias obras de iluminación que el municipio de Salta le adjudicó a varias empresas que están siendo investigadas, a través de contrataciones directas, por más de $11 millones. Se advirtió que algunas de las facturas apócrifas se emitieron desde el Centro Cívico Municipal, desde la computadora de Pablo Gauffín, quien era el Secretario de Hacienda, el cual luego de esto presentó su renuncia el 28 de febrero aduciendo problemas familiares.

A raíz de esto, y luego del allanamiento que se llevó a cabo en la misma Municipalidad, desde ese entonces el bloque del Partido Obrero viene solicitando la presencia del intendente Gustavo Sáenz al recinto municipal para que dé explicaciones.

En paralelo a estos hechos, el día martes el intendente por sus propios medios fue al Sanatorio El Carmen porque sintió un malestar y allí fue internado de urgencia por una arritmia. Él contó en su programa de radio que ese día se encontraba contestando los mensajes de la gente hasta las 3 de la madrugada.

Allí en vivo interpeló directamente a sus funcionarios a que lo ayuden porque “él sólo no puede”, les pidió el mismo ímpetu que él para trabajar y el que no esté a la altura, “que se haga a un lado”, aseguró.

“Es difícil gobernar, es difícil gobernar una ciudad tan grande como esta, es difícil satisfacer a todo el mundo y que todos estén contentos con lo que uno hace. Pero les aseguro que hago lo humanamente posible para poder resolver los problemas de la gente”, señaló.

Asimismo, destacó que para poder gobernar, “uno tiene que estar bien, fuerte y con ganas y por sobre todas las cosas tiene que tener salud”.

La respuesta de Sáenz sobre Huergo: ¿Se lavó las manos?

El intendente, luego de su polémica semana, visitó el programa de Cara a Cara y allí aseguró que desde la Municipalidad se puso todo a disposición de la justicia a través del Procurador de la Municipalidad, Agustín Pérez Alsina, el cual comentó que se mantiene en contacto con el juez y el fiscal que lleva adelante la causa. Agrego que ellos mismos están llevando adelante sumarios administrativos y una auditoría interna. “Si algún funcionario tiene que dar explicaciones o más que explicaciones, que lo haga. Si alguien ha cometido un delito, tendrá que pagar por lo que ha hecho. Los funcionarios implicados pusieron a disposición sus renuncias y algunos, incluso, ya no están”, aseguró el jefe capitalino.

Por último, manifestó que él “no pone las manos en el fuego por ninguno de sus funcionarios” y aclaró que no puede estar en conocimiento pleno de lo que hacen las más de cinco mil personas que trabajan junto a él.