Salta sin paro, pero no hay clases: docentes siguen atrincherados
Los problemas ocasionados por la quita de fondos a las provincias como castigo por la caída de la Ley Ómnibus ocasionaron que en Salta los estudiantes no inicien las clases como estaba previsto en el calendario escolar. Docentes reclamando aumentos, gobernadores solicitando fondos, y el "León" peleándose con Lali, despertaron el malestar general y las consecuencias comenzarán a verse desde el lunes.
Desde CTERA anunciaron en la noche del jueves un paro para el próximo lunes 26, lo que afectará el normal inicio del ciclo lectivo. Pero en Salta la medida de fuerza no tendrá efecto alguno ya que aquí, el Ministerio de Educación por un pedido de los gremios, decidió posponer el retorno a las aulas por una semana para así poder esperar los resultados de la negociación paritaria nacional.
En la reunión que tuvieron los representantes de la administración pública con Grand Bourg, también se rechazó la oferta del ejecutivo por considerarla insuficiente, por lo que la mejora salarial para el sector podría llegar a destrabarse, con suerte, el miércoles de la próxima semana.
Aun así, la docencia sigue en estado de alerta debido a la poca certeza de que, desde el Ejecutivo Nacional, dispongan enviar los fondos del Incentivo Docente, lo que representa un 10 por ciento aproximado del sueldo de los educadores, y el cual no sería absorbido por la provincia, provocando un verdadero caos en la economía de miles de familias.
Por este motivo, no son pocos los gremialistas que afirman que, de no mediar solución, los estudiantes continúen con unas vacaciones forzadas por varios días más debido a que realizarían diversas medidas de fuerza incluyendo, obviamente, un paro total de actividades en los sectores públicos, privados, técnicos y terciarios.
Quien toma la “batuta” por ahora es Fernando Mazzone, de la Asociación Docente Provincial que, aprovechando que su gremio es el de mayor representatividad en la provincia, aprovecha para ser la voz cantante de toda la administración pública, relegando a sus pares a segundas opiniones. Además, su cercanía siempre servil a los gobiernos de turno, le permite tener un acercamiento especial con las autoridades que suelen adoptar las medidas por él sugeridas, en este caso, la suspensión del inicio de clases.
Así, los docentes se mantienen en la trinchera aguardando resultados propios y ajenos y, a diferencia de todas las ocasiones de años anteriores, nadie habla de que mantienen de rehenes a los estudiantes. De hecho, de manera casi insólita, desde avenida Los Incas S/N apoyan las medidas si es que el gobierno de Javier Milei insiste con los recortes.
