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SIMUSA, el gremio "trucho" municipal que llenó de familiares ñoquis la municipalidad de Salta

Los acuerdos en SIMUSA.
Las denuncias que realizan.
Aseguran que no existe.

Hace unos días el Sindicato Municipal de Salta festejaba la firma del acuerdo salarial 2023 celebrado entre la Municipalidad de Salta, y los distintos representantes de la llamada "intergremial municipal", un conjunto de sindicatos y gremios de poca importancia, que se unieron para complicar a la Unión de Trabajadores Municipales, primero en su tipo en la ciudad.

SIMUSA, como son sus siglas, ni siquiera es un sindicato y mucho menos un gremio ya que apenas cuenta con la fácilmente accesible inscripción gremial; pero en más de 10 años no lograron acceder a la personería porque no cumplen con los requisitos básicos que estipula el derecho laboral.

Desde su creación, la entidad que dice representar a los trabajadores de la comuna fue manejada por dos personas, dos hermanos, que se reparten el poder de todas las decisiones que se toman en las mesas de negociaciones. Sergio y Luis Rodríguez, dos reconocidos extorsionadores y anteriores aleros de Miguel Isa, supieron crear el gremio para beneficio propio, contando con el apoyo del entonces intendente capitalino; del entonces secretario de Hacienda, Pablo Gauffín; y de un funcionario que llegó en el último y peor tramo de la gestión isista para ser mano derecha del alcalde, Jorge Mario Emiliano Durand, candidato a intendente.

En más de una década, poco se conoce de los beneficios que tienen los afiliados al gremio, más allá de una caja navideña cada mes de diciembre, o algún descuento en la utilización de un salón de eventos ubicado en un municipio paralelo.

En contrapunto, sí se conoce, y de sobra, los beneficios personales que consiguieron los Rodríguez para ellos mismos y sus descendientes. Claro ejemplo de ello, son los nombramientos que obtuvieron los hijos de ambos, Eliana, Gonzalo, Juan Marcos y Maximiliano, quienes gozan de privilegios que le son retaceados a sus propios afiliados.

Los "primos" (Rodríguez, nada que ver con Marcos de Gran Hermano) hoy perciben sueldos de directivos, a pesar que ni siquiera trabajan en el municipio. Uno de ellos, incluso, estudia en otra provincia, por lo que no puede cumplir con sus funciones laborales. Aun así, desde el gremio suelen falsificar su firma en planillas que sirven como control de asistencia, y así puede seguir gozando de estas excentricidades.

Sin ir más lejos, el año pasado, en pleno conflicto salarial, Luis Rodríguez, número 2 del gremio, se preocupó en mayor medida de que su hijo, recientemente ingresado a la comuna, obtuviera un contrato fijo, más que por un acuerdo para sus supuestos defendidos. "Me dirijo a usted con el fin de solicitarle tenga a bien arbitrar los medios necesarios para concretar el cambio de situación del agente Rodríguez, Luciano Joel documento 42079046 Legajo 797690 de planta transitoria de estamento con nivel 21 pase a Contrato de Locación de Servicios con aportes" expresaba textualmente la nota en la que solicitan que, sin siquiera tener en cuenta aptitudes, el joven Rodríguez dejará de ser un contrato político, a formar parte de los contratados de la municipalidad. Eso le permite que, en dos años, ya tenga la posibilidad de formar parte de la planta permanente, dejando a más inservibles a cargo de todos los salteños.

A la demagogia de los nombramientos de SIMUSA, gremio aprovechado en estas elecciones por el candidato Emiliano Durand quien los reclutó a principios del mes de marzo, a pesar de su anterior convivencia cuando el senador era Jefe de Gabinete; hay que sumarle las licencias gremiales que tienen todos los miembros de esa familia quienes no desempeñan funciones en otro lugar que no sea, supuestamente, el mismo sindicato. Pero de eso hablaremos más adelante.

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