Política
Alto bolonqui

Referente del radicalismo perdió las elecciones internas en su tierra natal y hay denuncias de sobornos

A Miguel Nanni poco le importa el que dirán y panquequeó por todos lados.

Miguel Nanni es un caso muy particular y peculiar en Salta. A pesar que muchos sectores lo detestan, siempre encuentra aliados para estar un tiempo más vigente y seguir viviendo del sueldo que le pagan todos los saltemos, que por cierto no es nada despreciable.

En 2015, el cafayateño, dió un gran salto cuando, con el apoyo de Ernesto Sánz a nivel nacional, se convirtió en el candidato oficial a gobernador por la Unión Cívica Radical, a pesar del enojo y la gran división que había entre los correligionarios provinciales.

Tras su rotundo fracaso frente a candidatos como Juan Manuel Urtubey o Juan Carlos Romero, Nanni decidió elevar la apuesta y compitió por una banca a nivel nacional. En esa ocasión, los radicales formaban parte del frente Cambiemos, que arrasó con Mauricio Macri en gran parte del país y le sacó la presidencia a un desgastado Daniel Scioli.

Luego de cuatro años en el que su mayor protagonismo estuvo en apoyar las leyes del machismo y su oposición al proyecto que buscaba legalizar el aborto en Argentina, llegó el 2019. Ese año ya no la tendría tan fácil. El machismo en Salta ya tenía otros referentes y el más aliado de todos era alguien a quien Nanni criticó constantemente durante muchos años: Juan Carlos Romero.

Ni lerdo ni perezoso, le pidió disculpas a Romero y se le apegó en cuanta foto pudo a su nuevo jefe político. La UCR poco importaba. ¿El resultado? Obviamente renovó su banca y tiene trabajo asegurado hasta noviembre del 2023. Pero la falta de poder que experimentó a nivel nacional y en el frente Juntos Por el Cambio, lo llevaron a querer cada día más y más.

Durante este 2021, Nanni se las ingenió para encabezar la "única" lista que buscaría la presidencia de la Unión Cívica Radical en Salta. Poco importaron las acusaciones por maniobras fraudulentas. Pero en las elecciones de los comités departamentales tendría un duro revés.

Es que en Cafayate, su tierra natal, la lista que él apoyaba y que llevaba como candidato a constituyente a su propio padre, perdió rotundamente. De nada valieron los 2000 pesos que los correligionarios cafayateños denunciaron que pagaban los militantes nannistas, o los bolsones que repartieron en la localidad del sol y el buen vino. Tampoco el supuesto apoyo que recibió por parte de militantes del Frente Plural, de Matías Posadas, un ex radical ahora en el trono de la gobernación provincial.

Denuncias de fraude, de compra de votos, de apoyar a un candidato a quien defenestraba hasta hace poco, de irregularidades en los padrones, son algunas de las que se escucharon tras las elecciones del domingo pasado. Lo cierto es que Nanni y su gente, quienes no son muy queridos por propios y extraños, serán quienes elijan a los próximos candidatos a dedo de la UCR salteña. Es decir, lo fueron a Chibán…

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