En diálogo exclusivo con una de las mamás, comentó que Ramos pidió una licencia deportiva por un año en la liga salteña de fútbol y les cierra las puertas del club. Al respecto dijo, “No vamos a poder entrenar, los chicos no van a poder participar y es una manera sutil de decir o’un año’, pero todos sabemos que un ejemplo es la cancha de Comercio donde pidieron una licencia deportiva por un año y no abrió nunca más. Nosotros le reclamamos porque está abriendo las puertas del colegio Calcuta , el anexo en zona norte, en donde funcionaba el club. De todas maneras, nuestro club tiene un funcionamiento a partir de las 19, ósea no le estaría molestando tampoco.”

Explicó que entre los niños de la Escuela de Fútbol y las Inferiores, son alrededor de 400 niños, los cuales se tomaron el receso desde Diciembre y ya tendrían que haber empezado la pre temporada el 10 o 15 de Febrero, “es por eso que en esta fecha el señor Ramos presenta el pedido de licencia a la liga”, expresó.

Asimismo, dijo que todos los clubes son con beneficio social, de modo que los menores no abonan dinero para utilizarlo, y sugirió que en este caso, debería intervenir la liga o los mismos gobernantes para que no se cierre el club ya que contiene a muchos niños.

En relación a esto, aseguró que “al señor Ramos no le importa los chicos que van. Son chicos desde los 12 hasta los 17 años de condición humilde, que se alejan de los vicios y se refugian en el deporte. Los chicos entrenan ahí de lunes a jueves, ósea que un niño normalmente va al colegio a la mañana o a la tarde y luego se va al club hasta las 8 y media. Juega los sábados, quiere decir que el chico se duerme temprano para ir a jugar a la pelota al otro día. Entonces nos parece tan injusta la decisión y nos duele profundamente”.

Detalló que a la escuela de fútbol, que la maneja el señor Chávez, asisten niños desde los 5 hasta los 11 años y a las inferiores van desde los 12 hasta los 17 años. “Nadie va a poder utilizar las instalaciones del club”, lamentó.

Por último, expresaron que “tranquilamente” pueden convivir ambas actividades, la educativa, es decir el Colegio Calcuta, y la deportiva que beneficia a los niños del barrio. Aclararon que no es su objetivo perjudicar ni impedir que se lleven a cabo otras actividades, pero les parece injusto que se cierren para tantos niños que asisten a jugar a la pelota allí desde hace varios años.