Peligro, intendente suelto: Salvatierra violó la perimetral
El alcalde de General Güemes vuelve a ser protagonista de un hecho policial. Aunque a cualquier salteño común y corriente un acto como el cometido podría costarle estar tras las rejas, él sigue usando sus influencias para atosigar a su esposa, victimizarse él mismo, y seguir sacando ventaja de cara a las elecciones.
Sergio Salvatierra sigue haciendo de las suyas, sigue siendo impune. En el mes de enero la justicia le impuso una restricción perimetral y le ordenó que cesara de ejercer actos de violencia en contra de su esposa, Noelia Del Moral, con quien tiene dos hijos menores en común; uno de ellos con discapacidad. Al ser jefe comunal, la justicia amiga del poder de Salta le dio un guiño al dejarlo en libertad, acto que no debía haber ocurrido y que la fiscal de aquella ciudad dejó pasar por alto.
El continuó como si nada. Mandó a desalojar a su esposa de la vivienda que ocupaba y quedaron con los niños en la calle, trató de inmadura a la denunciante en entrevistas telefónicas, e intentó desviar la atención haciéndolo pasar como un drama pasional, como un despecho de ella porque él estaba bandereándose con una funcionaria de su gabinete con quien mantendría coito a cambio de algunas divisas.
Por otro lado, ella continúa sin asistencia por parte de la municipalidad, del Gobierno de Salta ni de la justicia, siendo blanco de ataques por parte del entorno del intendente Salvatierra, sufriendo aprietes cada vez que realiza un descargo en redes sociales, y siendo constantemente amenazada.
En esta última semana, una nueva denuncia se radicó en contra de Salvatierra por parte de Del Moral, en la que asegura que su esposo, a quien denunció por violencia de género debido a diferentes ocasiones en la que fue agredida físicamente por el hoy intendente, mencionando que el agresor continúa acechándola, vigilándola desde las inmediaciones del domicilio en el que se encuentra alquilando tras el desalojo, incumpliendo de esta manera la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de ella.
Desde el entorno de la joven madre solicitan a la justicia la detención del intendente quien, no conforme con hostigarla, envía a personas que responden directamente a él a amedrentarla y "vigilarla" a su domicilio, en donde llegó a notar la presencia de cámaras y hasta un drone. Mientras tanto, la justicia sigue haciendo oídos sordos a los reclamos y Salvatierra encamina la campaña en la que buscará su reelección.
