Negligencia: quisieron secuestrar a una joven en la calle y los policías le dijeron "que se tenían que ir"
Este jueves, pudimos conocer el caso de una joven que cuenta su traumática experiencia cuando fue a la casa de unas amigas a eso de las 20.15 hs por el Hogar Escuela sobre la calle Abraham Cornejo de la Capital y empezó a notar que un hombre la siguió durante tres cuadras, se le acercó y le comenzó a hablar. Vio que un auto, en la próxima cuadra, lo esperaba. Al pasar en ese momento un vehículo policial, lo hizo parar, le pidió ayuda, pero los efectivos le dijeron que “se tenían que ir”.
La joven contó paso a paso con detalle lo que le pasó. Aseguró que cuando la estaban siguiendo empezó a caminar más rápido, cruzó la calle, el hombre se pegó a ella y le preguntó “por qué va sola, por qué tan linda y tan sola, por qué vas tan rápido, querés que te acompañe, cómo te llamás, pásame tu número”. Según relató, luego el sujeto le tocó el brazo y ella siguió caminando. “Hasta que me doy cuenta que en la cuadra siguiente había un auto esperando y el chico le hace seña que ‘ya está”’.
En ese momento pasó un patrullero, lo paró y avisó que había un chico que la estaba acosando y siguiendo. “El policía me dice ‘ah y yo me tengo que ir ahora’ y yo le digo ´¿me puedo quedar con usted un ratito hasta que lleguen mis amigas?´ y me dice ´no, yo me tengo que ir´. Me dice ´¿es tu novio?´, ´no´, le digo, ´es una persona que me está siguiendo´. ´¿Es tu amante?´, le digo ´no, no lo conozco´. ´¿Y no es tu novio?´, ‘no señor no lo conozco’. ´Bueno pero yo me tengo que ir´”, le dijo el oficial, comentó la joven.
Allí se largó en llanto y reflexionó diciendo que “si los policías te dicen eso ¿quién cuida a las mujeres? Si un policía te quiere abandonar, te pregunta si es tu novio que te está siguiendo. Si no fuera porque mis amigas llegaron 10 segundos después. Tenía un gas pimienta pero me paralicé, no se me ocurrió moverme. Solamente quería llorar, y el policía me pregunta si era mi novio”.
Asimismo, manifestó que todavía no puede creer lo que le pasó y que lo pueda contar. “Hoy lo cuento, mañana no sé. No sé si me van a encontrar muerta, desaparecida. Todavía no lo puedo creer lo que me pasó y que hoy lo pueda contar. Qué gente de mierda, que seguridad de mierda que tenemos. Después nos matan, nos violan, no podemos caminar sola las mujeres en la calle, no podemos salir a ningún lado solas porque nos matan. ¿A dónde vivimos?”, relató en llantos.
Por último, les aconsejó a las mujeres que “tengan cuchillo, gas pimienta, lo que sea para defenderse, que no se asusten. Me iban a subir a un auto y no sabés dónde vas a terminar, si me drogaban, me mataban, qué iba a hacer. Te sentís tan mierda de ser mujer. Cómo te va a decir un policía que se tiene que ir cuando ve que uno está en peligro”.
