Sumado a ello el apoyo de Nanni a la candidatura de Javier Milei en el balotaje, siguiendo los lineamientos de Patricia Bullrich, desobedeciendo incluso la postura del entonces máximo referente radical como lo era el ex gobernador jujeño, Gerardo Morales; hizo que el cóctel de desagrado con la política partidaria fuera en crecimiento y se produjera algo que no es muy común en todos hasta que llega a un límite: Hartazgo, decepción, alejamiento...

Quienes deberían de ser tal vez los nuevos protagonistas, la nueva política, los jóvenes, cada vez son menos. No todos simpatizan con la doctrina radical y en las universidades, cuna de la militancia a través de la política de Franja Morada, las derrotas son continuas frente a espacios como La Cámpora o la izquierda que suma voluntades cada vez que hay crisis, sobre todo económicas.

Los últimos dirigentes jóvenes de la UCR salteña fueron captados por otras fuerzas y/o alianzas como "Panchito" Leiseca quien supo postularse hasta para intendente capitalino algún tiempo atrás. Así como éste, muchos migraron solamente para perseguir el sueño una candidatura propia, y así fueron perdiendo terreno al punto que los pocos radicales que hoy ocupan algún cargo legislativo, llegaron por otras fuerzas como Juntos por el Cambio o el saencismo provincial.

Este desinterés de muchos hace que quienes acepten hacerle frente a la situación sean los mismos de siempre, que lejos están de ser próceres o grandes ejemplos, pero al menos tienen ganas de seguir siendo, de alguna manera, "planeros" del Estado disfrutando de las mieles que la política otorga.

Así es como al día de hoy, solamente una persona habló seriamente de animarse a conducir las riendas de la Unión Cívica Radical: Rubén Correa. El "Chato", viejo conocido y también poseedor del título penoso que llevan ex radicales como los Matías (Posadas y Assennato) de eternos perdedores, expresó que quiere "representar a un radicalismo que vuelva a formar cuadros políticos, con un programa en base al conocimiento de la provincia".

Con estas, y otras palabras más vertidas en una entrevista, quienes se pusieron contentos fue una ínfima porción de seguidores de Correa que, minúscula y todo, supo hacerle frente a Nanni desde el Comité Capital y plantó bandera en la ciudad de Salta en los últimos 2 comicios locales. Con esto podríamos deducir que Rubén tiene grandes chances, si se presenta, de ser el próximo dirigente partidario si es que el clan Nanni-Mimessi deciden no presentarse. Igualmente, a falta de buenos por conocer, los correligionarios tendrán la opción del malo conocido; la vieja y confiable.