Quienes quedaron afuera de toda participación fueron el subsecretario de Deportes de la Municipalidad, Emanuel Sierra, y el secretario de Medio Ambiente, Gastón Galíndez, los cuales aspiraban a la intendencia capitalina apoyando la precandidatura de Gustavo Sáenz a la gobernación.

Por el lado de Sierra, comentó que el intendente le pidió específicamente que lo ayude con la campaña en su ciudad natal, Metán, con el fin de que siga siendo parte de su equipo, como lo viene siendo hasta el momento. En cuanto a Galíndez, no dio mayores respuestas a este medio, solo que quedaba afuera del acto eleccionario en este 2019.

Quien aspiraba también a la intendencia es la gerente de Anses, Laura Cartuccia, a quien se la veía “uña y carne” de Sáenz en cada acto protocolar, pero a pesar de esto, no fue considerada bajo los argumentos internos del espacio de que no puede haber más de dos mujeres precandidatas en una misma categoría.

La mujer escogida fue Bettina Romero. Este medio ya había anticipado que habría tenido una reunión con el jefe capitalino pidiéndole ser la única precandidata del espacio, lo que no llegó a lograr, pero sí pudo “bajar” a varios jugadores.

A pesar de no haber logrado sus objetivos, Cartuccia estará de precandidata a diputada provincial en segundo término de Martín de los Ríos y en apoyo a la precandidatura de Martín Grande para la intendencia en el partido macrista.

Caso similar ocurrió con el intendente de Rosario de Lerma, Nacho Jarsun, el cual aspiraba a acompañar a Sáenz para la vicegobernación, inclusive “para hacer buena letra y destacarse del resto de los buitres” armó el partido Todos por Salta exclusivamente en apoyo a la candidatura del intendente para la gobernación. A pesar de estos esfuerzos, no logró el reconocimiento del “jefe” y solo se tuvo que conformar con ser precandidato a diputado provincial por su departamento.

Cabe recordar que el compañero que eligió Gustavo para completar su fórmula fue el dirigente kirchnerista Antonio Marocco, quien tiene una estrecha relación con el candidato a la presidencia ganador por goleada en las PASO, Alberto Fernández.

Otro de los grandes ausentes en estas elecciones es Javier David, el cual, antes de retirarse, dio lecciones magistrales de “panquequismo político”. Primero, porque llegó a ser diputado nacional -su cargo actual- de la mano del gobernador Juan Manuel Urtubey, pero al estar finalizando su último mandato luego de 12 años, David buscó su continuidad. ¿De qué manera?, yéndose al espacio de Sergio “Oso” Leavy, con quien terminó “muy mal” diciéndose “de todo”.

El mismo día del cierre de listas, se supo que el Frente Salteño, el cual él encabeza, iba a formar parte del espacio de Sáenz pero, al parecer, allí no supo “tampoco” encontrar su lugar en el mundo, y el peor final fue quedar afuera sin el pan y sin la torta. Aunque resulte paradójico, cuando comunicó que no iba a participar porque si no era para gobernador “se iba a su casa”, dijo que “la política no se trata de procurarse cargos públicos, se trata de valores”.

Como conclusión de lo ocurrido en esta antesala de las PASO, se podría pensar que hubo una “muerte de las ideologías” ya que los partidos cada vez tienen menos peso puesto que quienes los encabezan “se mandan solos” sin importar los ideales y las convicciones del resto de la estructura que componen.

Por eso, entendemos la cantidad de listas que habrá y el poco consenso que hay dentro de los frentes, dejándole toda la decisión a la gente, ya que los mismos partidos no lograron construir verdaderos líderes que puedan conformar espacios homogéneos.