Las medidas anunciadas por el Gobierno de Javier Milei y que repercuten directamente en el bolsillo de todos los argentinos ya causaron malestar en la población.
Pero hay un sector vulnerable, aunque firme en sus convicciones, que sufrirá los ajustes más perversos de los últimos años si desde Casa Rosada siguen con la posición de recortar fondos a las provincias, y ese es uno de los pilares de todo Gobierno: la educación.
Tal es el descontento de Nación con los gobernadores que por primera vez en más de 20 años, se suspendería el pago del Fondo de Incentivo Docente, una ayuda "extra" que consiguió la docencia en la época de Menem tras más de mil días de protestas en Buenos Aires en una carpa blanca que fue noticia a nivel mundial.
La quita de este ítem correspondería a un 10 por ciento aproximado del sueldo de cada trabajador de la educación, lo que despertó las alarmas no solamente en Salta, sino en todo el país.
Pero, mientras muchas provincias siguen esperando a lo que vaya a ocurrir con la casi extinta paritaria nacional docente, en el ámbito local los gremios ya solicitaron a la ministra de Educación, Cristina Fiore, que tenga entre las posibilidades una reprogramación en el calendario escolar.
Palabras más, palabras menos; lo que solicitaron los gremios es que se demore el inicio del ciclo lectivo previsto para el próximo lunes 26 de febrero. La idea es estirar los tiempos en los que Nación debe enviar los fondos a las provincias, entre ellos el FONID y, de no hacerlo, no iniciar con el dictado de clases, sin la necesidad de hacer que los estudiantes asistan una o dos semanas, a lo sumo, antes de que encaren una medida de fuerza.
Pero esta no es la única medida que está prevista. Resulta que los gremios no tienen la intención de aceptar que las subas salariales se realicen en base a la recaudación de cada provincia, sino que se mantenga el esquema de calcular en base a la proyección de la inflación, lo que dejó desconcertados a más de uno tras la asunción del libertario.
En definitiva. El paro parece ser la única opción para los educadores si es que la provincia no se hace cargo del Incentivo Docente lo cual no es una obligación, pero sí una presión.
Los cientos de miles de estudiantes deberán aguardar hasta última hora para saber si vuelven a las aulas o si el boleto estudiantil estará vigente para el retorno a los establecimientos.
En esta ocasión no solamente estaría involucrada la docencia en el reclamo, sino que quien haga la punta podría ser la ministra Fiore o el propio gobernador, Gustavo Sáenz, que esta semana echó nafta a la situación candente con Milei.
