Villada recalcó que la información relacionada a nombres, es parte del sistema nacional de inmunizaciones SISA, y que permanecerá así hasta que un juez ordene lo contrario.

Villada también aclaró que, a partir de ahora, todo personal gubernamental que sea considerado "estratégico" y quiera acceder a la vacuna, deberá tratar con el COE: “a partir de este momento y por disposición del gobernador, cualquier funcionario que quiera vacunarse como personal estratégico deberá hacerlo con previa autorización del COE"

Villada también aclaró que ni el gobernador Gustavo Sáenz, ni ninguno de sus ministros, como tampoco secretarios de Estado, han sido inmunizados.

Sin embargo, lo que parece ser una polémica que está lejos de finalizar no inició en el Palacio provincial, sino en el mismísimo interior de Salta.

El punto clave responde, y es potestad, del ya conocido intendente Mario Mimessi, el responsable de la ciudad de Tartagal. Allí se conoció, ya hace más de un mes, una lista de vacunados VIP de extraña extracción: dirigentes piqueteros y periodistas. Esto decantó, sumando a otras irregularidades, en la salida del gerente del hospital Juan Domingo Perón, el doctor Juan Ramón López.

En un paralelo algo más confuso aún, entre los hombres de los vacunados VIP, surgieron figuras también del interior provincial. El caso de la familia Hucena, hablamos de Antonio, quien se desempeña como secretario de Relaciones Institucionales del gobierno de Salta, y de si hermana Patricia, actual diputada provincial por el departamento de Orán.

De Orán también es el único intendente señalado hasta el momento en el escándalo de las vacunas VIP, Pablo González, a quien diferentes fuentes adjudican el haberse inmunizado recientemente.

Queda mucho por descubrir y Salta es una provincia grande, el escándalo recién comienza y promete proyectarse fuera de las puertas del Grand Bourg, los intendentes del interior provincial, históricamente han sido proclives a mandarse changas, habrá que estar atentos.